Un Dia De Caminata

-Lo... lo siento... me voy, Becca, no puedo soportarlo...

Y fue así como llegó: entré en fase y salí corriendo de ahí cuanto antes. ¿Ahora también mi hermana debía de estar del mismo lado que ese monstruo? Quedaron los retazos de ropa frente a mi hermana, que me miró entre asustada, triste y sorprendida. Una mezcla de alguien que te ama y al mismo tiempo desea comprenderte, pese a que no llega a hacerlo del todo.

Me largué de ahí, a perderme un rato, a ver si oía a alguien de la manada, y si no, pues mejor. Podría tener un rato conmigo mismo, de esos ratos donde la soledad te hace falta.

Volví a pensar en esas palabras: "él es una buena persona, al menos lo fue conmigo". Y sentí cómo seguía ardiendo por dentro mientras mis patas me encaminaban hacia el acantilado, donde una vez estando en la orilla me arrojé al vacío. Sin la esperanza de que el impacto me matara.