Despejando la mente (vampiro, half o humanos)

Comencé a caminar de regreso a la habitación para acomodar mis cosas en l maleta, pero él me alcanzó, me tomó de la cintura, puso sus labios sobre mi cuello, y después me dio una pequeña mordida, en ese momento, puse mi mano en mi tanto, pues no sabía hasta donde quería llegar y yo no lo pensaba dejarlo ir demasiado lejos; “Pero... Usted tampoco se de tanta importancia” ---sínicamente me dijo e inmediatamente después regresó a su escritorio--- Bajé mis manos, lo vi de reojo y seguí mi camino a la habitación.

Me acerque a mi maleta, saqué un broche y con él me recogí el cabello, acomodé algunas cosas dentro de la maleta y después la cerré. ¿Ahora qué?---pensé--- Regresé donde Takeshi y por un momento lo observé mientras trabajaba, me acerqué aun mas… “¿Qué escribes?”---le pregunté al verlo tan concentrado en la pantalla de su laptop---

Escuché que había entrado de vuelta al estudio y sentía su mirada sobre mi, pero aún así no me inmuté y seguí en mi trabajo hasta que escuché su pregunta.

—Escribo el quinto capítulo de una novela.— Le respondí, pero la sentí acercarse curiosa para ver lo que hacía. —El problema es que no sé que haré con el villano. Por lo regular suelen ser lo personajes más complejos y este en especial me está dando algo de batalla.

Eché mi cabeza hacia atrás y estiré los brazos hacia arriba.

—Creo que continuaré esto mañana.— Bostecé un poco.

"Uhmmm....Villanos, son mis favoritos" ---le dije al escuchar su respuesta--- Después lo vi bostezar…eres mitad humano, lo olvidaba---pensé--- “ve a dormir, descansa, por mi no te preocupes, te prometo que no robaré nada”---le dije sarcásticamente---

—Esto es lo malo de tener esta mitad. Y no, eso no me preocupa, pero sé que no duermes y no quisiera dejarte sola.— Sonreí un poco. —Además con una vampira aquí, temo que se le antoje esa parte humana de mí y amanecer desangrado.— Comenté malicioso con una sonrisa.

“Pensándolo de esa manera, es una oferta muy tentadora, pero no te preocupes no voy a morderte *reí* y…. pierde cuidado, ya encontraré algo que hacer *sonríe maliciosamente*, por ahora descansa, nos vemos en la mañana” ---le dije---

Se levantó de la silla y lo acompañé a la habitación…

—No es algo que me moleste del todo y menos si viene de una guapa vampira.— Le dediqué una mirada mientras salía con ella. —Pero creo que descansaré un poco después de todo. Y tu? Que dijiste que harías?—

Lo vi de reojo al escuchar su comentario… “¿qué voy a hacer?, por lo pronto, necesito algo de mi maleta, así que te escoltaré hasta tu habitación, después… *me paré frente a él de puntas para acercarme lo mas que pude a su cara, lo vi fijamente a los ojos* quien sabe, tal vez esperar hasta que estés completamente dormido, acercarme y clavar mis colmillos en tu cuello, y así cuando el veneno actúe, no tengas posibilidad alguna de escapar de mi” ---le dije en un todo un tanto sarcástico--- Dicho eso sonreí, di media vuelta y entré en la habitación.

La miraba divertido mientras me seguía el juego.

—Mmm. Nunca lo había contemplado así. — Le decía mientras caminábamos al cuarto. —Sería una "placentera y sensual" muerte, no crees?—

Su respuesta me hizo reír, pero en lugar de contestarle, me dirigí hacia mi maleta, la tomé y me fui hacia la sala, pero justo antes de Salir de la habitación… “que tengas placenteros sueños”---le dije sonriéndole---

—Arigato gozaimasu, Saitoo-san.— Le agradecì por comprenderme y dejarme descansar.

Dejè la puerta del cuarto abierta y me dirigì a la cama, deshice la colcha y me metì entre las sàbanas, pero dejàndo el torso al descubierto. El sonido de la lluvia de tranquilizò y en poco tiempo me encontraba dormido...

Salí de la habitación y fui a sentarme en uno de los sillones de su sala. Coloque la maleta a mi lado, la abrí, moví algunas cosas y saqué una pequeña libreta donde de vez en cuando escribía algunas notas sobre sucesos importantes, citas, entre otras cosas, era un desastre, tenia anotado en ella desde direcciones, teléfonos, pensamientos, ideas… por lo menos yo si le entendía, saqué una pluma y me puse a escribir lo que había pasado ese día, mi encuentro con este Takeshi hasta mi estancia aquí en su departamento. Cuando terminé de escribir, coloqué la pluma dentro de la libreta y la regresé a la maleta.

Seguía lloviendo, el sonido de la lluvia era relajante, me paré y caminé hacia la ventana, al llegar coloqué mis manos en el cristal… “Hola Japón, ¿me extrañaste?, yo te extraño cada día que paso lejos, pero debes entender que me es muy duro estar aquí” ---susurré para mí--- respiré profundo y comencé a caminar por el departamento. Regresé a su estudio pues allí, Takeshi, tenía cosas muy interesantes, además de infinidad de libros, tomé uno de ellos y al abrirlo pude ver que estaba firmado por él, si, él era el autor, leí un poco, después lo sostuve con una de mis manos y me dirigí hacia una preciosa armadura de samurái que tenía en la misma habitación, junto a ésta había dos katanas azules. *sonreí* Hace cuanto tiempo que no veía una de estas---pensé al ver la armadura--- Después, dejé a un lado el libro que traía en la mano y tomé una de las katanas, la saqué de su saya, era una muy buena hoja, ¿pero tiene el filo suficiente? ---pensé---, pasé uno de mis dedos y al hacerme una pequeña herida pude comprobar que en efecto si las mantenía en muy buen estado. Llevé mi dedo a la boca para limpiar la gota de sangre que había brotado, después al revisarme el dedo, ya estaba sanando. Dejé todo tal y como él lo tenía, tomé el libro y continué con mi recorrido.

Pasé de nuevo por su habitación, él había dejado la puerta abierta, no pude evitar el entrar, era tan tranquilizante el verlo dormir, además de que era un hombre muy atractivo, me quedé contemplándolo por un momento, en eso escuché que dejó de llover, inmediatamente salí de la habitación, ya estaba por amanecer, tomé mis cosas y decidí irme… “no voy a despedirme”---pensé--- Me senté en la sala y saqué mi libreta, “una nota estará bien”---pensé--- La escribí, doblé, puse su nombre en el lado que quedaba a la vista y la dejé sobre una de las mesitas de la sala. Guardé el libro en mi maleta, caminé a la salida, abrí la puerta y justo antes de salir… “arigatou Takeshi, sayounara”---dije en voz baja y salí del departamento---

Despertè despuès de unas horas. Volteè a la ventana y vi que el sol habìa salido ya. Estirè un poco el cuerpo y reparè en que el departamento estaba en completo silencio. "Acaso Akako es una vampiro extraña y duerme?" pensè la tonterìa.

—Claro que no.— Murmurè. —De seguro se fue.— Me dije incorporàndome de la cama y caminando hasta la sala. Sus cosas ya no estaban. "Debì hacer algo màs anoche..." pensè con una sonrisa pìcara, mientras daba cuenta de un papel sobre una de las mesas de la sala. Me acerquè y la tomè. En efecto, era su forma de despedirse...

TAKESHI:
Las despedidas nunca han sido mi fuerte, pero quiero que sepas que me la pasé muy bien contigo, fue reconfortante el encontrarme con alguien como tú a mi regreso a Japón, mejor bienvenida no pude haber tenido, te agradezco el tiempo que pasaste conmigo, al igual el ofrecerme pasar la noche en tu departamento, disculpa si en algún momento me porté grosera contigo o si te ofendí de alguna forma, no puedo evitarlo ese es mi carácter y si lo cambiara para agradar a las personas, no estaría siendo yo, así que no lo tomes personal…

Gracias por todo, espero y algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse….

Saitoo Akako サイトオ・アカコ

"Para no gustarle las despedidas escribiò bastante." pensè al terminar de leer la "nota".

—No sè por què, pero presiento que te volverè a ver, Akako.— Sonreì llevàndome la nota a los labios y sonreì un tanto felìz de haberla conocido. Pero ahora era un nuevo dìa. Confome siguiera mi rumbo, màs pronto llegarìa el momento en que ella volverìa...