Home sweet home -priv-

por Invitado Lun Dic 14, 2009 9:51 pm

Después de dar otro nuevo par de tropezones en mi vida, por fin parecía que todo empezaría a ser mejor.
Luego de ese afortunado viaje a las Vegas le había prometido a Alex que iriamos a Rumania, a mi hogar.
Tomamos el primer vuelo que salía rumbo a Rumania y llegamos unas horas después.
La verdad mi hogar no me causaba nostalgia alguna pero ahora que regresaba junto a Alex sentía que era diferente, me sentía feliz de volver.

-¿Lista para conocer mi castillito?-le pregunté sonriendo mientras salíamos al estacionamiento del aeropuerto, había pedido que llevaran mi auto hasta ahí, ya que un taxi no llegaría hasta el castillo.
Le abrí la puerta del copiloto, después subí y arranqué para irnos.
Conducí hasta la carretera, seguí varios kilometros y después dí la vuelta en un sendero que llevaba hasta el castillo.

por fin el castillo se hizo visible.
-¿Y bien? ¿qué te parece?-le pregunté con una sonrisa.

por Invitado Lun Dic 14, 2009 10:01 pm

No cabía en sí misma de emoción. Se sentía completamente halagada de estar yendo ahí, a Rumania, a ser partícipe de la vida de Vladimir, de alguna forma. Sentía algo muy profundo por él, muy intenso, a pesar del poco tiempo que pasaron juntos. Era como si despertara sentimientos muertos, ahí, enterrados en el fondo de su pecho.

-Claro, no puedo esperar-sonrió entusiasmada mientras observaba el mundo pasar por la ventanilla del auto, aquél vampiro era un magnífico conductor, le inspiraba mucha confianza. Se sentía completa, plena, enteramente feliz. Como si hubiera encontrado una pieza que le faltaba.

Cuando el castillo comenzó a divisarse, la joven sólo pudo abrir los ojos, sorprendida, y voltear hacia Vladimir.
-. Es...es muy hermoso, Vlad. Me encanta, sin duda...-sonrió, maravillada. Todavía no podía creer que aquello fuera real.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 4:17 pm

Solté una risita divertida.
-¿Realmente te gusta?-le pregunté con una sonrisa mientras miraba el castillo-Siempre he pensado que es... demasiado

Realmente ese castillo me traía muchos recuerdos, pero no muchos eran para enorgulleserme, muchos eran de una época de la que me odiaba a mi mismo, en la época que decidí dejar todo y salir a buscar mi verdadero destino, cuando dí mi primer gran tropiezo...

Hizé una ligera mueca al recordar eso mientras estacionaba el auto, no era el momento de pensar en eso y no tenía porque preocuparme, no había razón alguna y si pronto apareciera una, ya me encargaría en su momeno.

Bajé del auto para abrirle la puerta a Alex. Le sonreí mientras le ofrecía mi mano.
-Bienvenida a mi... hogar, si es que se le puede llamar así-dije con una ligera sonrisa.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 4:38 pm

-Demasiado bello, tal vez-dijo, distraídamente, mientras observaba por la ventanilla, mirando el castillo sin mirarlo, perdida en su propio mundo, en su pequeño y feliz universo. Alegre y risueño, igual que ella.

Todavía no podía creer el estar ahí, el compartir todo eso con él, poder conocer el lugar donde había vivido en los últimos años...o siglos, quién sabe. El revelar ése tipo de "misterios" la emocionaba y llenaba de una extraña adredalina, una energía automática que no podía eliminar con facilidad. Eso era lo maravilloso.

Para cuando cayó en la realidad, el auto había detenido su marcha y Vladimir se hallaba junto a su puerta abierta, con su pálida mano extendida hacia su dirección.
Entrelazó sus dedos con los del vampiro, mientras sentía esa extraña calidez en su piel (aunque, curiosamente, ella jamás sentía frío) y los leves cosquilleos recorrer sus dedos. Ya se había acostumbrado a esa bella sensación.
-. Es un lugar hermoso...si estuviera acostumbrada a vivir en un lugar fijo, sin duda sería algo como esto. Es tan...no sé cómo explicarlo, tiene muy buena energía, ¿Sabes?-comentó, dando un leve saltito y mirándolo con una sonrisa ancha.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 4:56 pm

-¿Buena energía?-murmuré mientras levantaba una ceja y llevaba mi vista al castillo, realmente nunca había prestado atención a ese tipo de detalles, no era lo que acostumbraba... aunque tal vez pareciera un castillo hermoso de cuentos de hadas, un par de milenios atrás nadie hubiera pensado eso.

-Bueno, ¿qué tal si vamos dentro?-pregunté mientras besaba su mano y la guiaba hacia el interioir del lugar. Esperaba que no hubiera nadie en casa y así poder disfrutar más tiempo a solas.

Entramos y al parecer corría con suerto, no percibía el aroma de nadie cerca. Sonreí mientras la llevaba al salón principal. Era una enorme habitación, una de las paredes era practicamente un enorme librero donde tenía varios de mis más preciados libros; otra de las paredes estaba conformada por enormes ventanales que dejaban ver un poco del jardín y en el resto colgaban diferentes cuadros. Había unos cuantos sillones demasiado atemporales para la época actual, pero en fin. En un rincón estaba la chimenea, que casi nunca estaba encendida y en otro, mi piano, me sorprendía que siguiera ahí después de tantos años que estuve fuera, claro solo estaba algo empolvado.

-Bien, aquí es donde suelo vivir la mayor parte del tiempo-dije sonriendo mientras besaba su mejilla.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 5:15 pm

-Sí, irradia...felicidad. Familiaridad...o tal vez sea tú y esté confundida-volteó la cabeza para observarlo, y dedicarle una sonrisita angelical, de esas que estaba acostumbrada a repartir a todo el mundo.

Lo acompañó dentro, observando todo a su alrededor con la sonrisa pintada al rostro, aquél le parecía el sitio más fascinante y perfecto que había visto alguna vez en su vida, no acababa de comprender por qué le gustaba tanto...tal vez simplemente era esa energía que sentía, esa que emanaba el sitio.

Los pasillos silenciosos los recibieron hasta llegar a una especie de salón, era realmente grande, y Alex no perdió oportunidad para mirar todo lo que hubiera a su alrededor.
Fue dando alegres saltos hasta la biblioteca y reconoció algunos títulos, sonriendo, encantada.
-Shakespeare, Lovecraft, mitología, Homero, Dahl...por Dios, Vlad. Es tan maravilloso...-murmuró, emocionada, observó las ventanas, deleitándose con la vista que había fuera antes de reparar en el piano, algo polvoriento, pero hermoso, al fin, una bella pieza de melodías bien sincronizadas.
-Tú...¿Tú tocas?-preguntó, con ése tono agudo y alegre que daba a los demás cuando estaba realmente emocionada. Se acercó a él, para oír su respuesta, cuando recibió un beso en su mejilla proveniente de Vladimir. Bajó la mirada, soltando una leve risita, si aun tuviera sangre en sus venas, de seguro se habría ruborizado.
-[i]. Ya veo por qué lo haces. Es tan...perfecto.-tomó su mano entre la suya, entusiasmada y enternecida.[/i]

por Invitado Mar Dic 15, 2009 5:30 pm

Tomé su mano en la mía y la llevé hasta mi mejilla, mientras le ofrecía una sonrisa. Reparé en sus observaciones sobre el librero y la pregunta del piano.

-Aquí solo tengo mis títulos favoritos, la biblioteca está en el siguiente piso-dije con una leve sonrisa y después miré el piano fugazmente-algunas veces, cuando no tengo nada que hacer y la lectura no me reconforta me gusta tocar un poco, a veces cuando estoy inspirado o necesito sacar algo que oprima mi pecho compongo algo, pero, soy un mero aficionado-dije con una sonrisa.

Tomé su mano y la acerqué al piano, me senté y le hize una indicación para que se sentara a mi lado. Lo desempolvé un poco, esperaba que aún sirviera, después de todo lo tenía abandonado desde hace tiempo. Dejé que mis manos pasearan por el teclado, para mi fortuna aún servía, ya había olvidado lo bien que se sentía inundar la habitación con su sonido. Miré a Alex con una sonrisa mientras comenzaba a tocar una pequeña pieza que había compuesto un par de siglos atrás, la odiaba, realmente la odiaba, pero se me hizo perfecta para la ocasión. Me perdí por unos momentos entre las teclas del piano. Volví mi mirada hacia ella una vez que terminé.

-Siempre he odidado esa pieza-le confesé con una leve sonrisa.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 5:48 pm

Vladimir depositó su mano en su mejilla, delicadamente, y pudo deleitarse con la suavidad de la piel del vampiro. Acarició su rostro con el dedo pulgar, lenta, cuidadosamente, como si fuera a romperse de un momento a otro. Sin duda, eso no sería algo bueno...lo quería, más de lo que ella misma podía proyectarse en aquél momento.

-Me encantaría oír una pieza compuesta por ti...eres todo un artista-dijo, admirada, y ofreciéndole una sonrisa. Ella siempre quiso tocar algo tan hermoso como el piano, pero nunca pudo lograr aprender. Sólo pasó su vida humana y muchos años de la "nueva" oyendo discos de los grandes compositores, de los famosos pianistas, adoraba el sonido de aquél instrumento tan delicado.

Fueron hasta el piano, donde ella tomó asiento a su lado y lo observó con la curiosidad brillando en sus grandes ojos color miel. Vladimir comenzó a tocar, y ella no pudo evitar el cerrar los ojos, para dejar que aquella melodía penetrara por completo en todo su ser, la hiciera sentir completa, le diera esa maravillosa sensación de desasosiego, pasión y admiración que deben causar las obras maestras de los pianistas que ella había oído...y así fue.
Por supuesto, no tenía ésa seguridad, ése "toque" que ponían los compositores reconocidos...pero, por alguna razón, agradecía que así fuera. La versión de Vladimir, era inexperta, pero gloriosa, era pura y nueva, era fresca, inovadora y cautivante...era puro sentimiento. Y sufrió cuando terminó.

Abrió los ojos, encontrando los de él más rápido de lo esperado.
-. ¿Odiado? ¿Cómo puede ser? Es...es tan única, Vlad. Es lo más hermoso que he oído en todos mis años de existencia.-admitió, con la voz ligeramente quebrada. Le picaban los ojos, pero llorar era imposible para alguien como ella. Eso no evitaba que su gran sensibilidad saliera a escena, permanente desde sus años de humanidad.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 5:59 pm

Un leve sonrisa curvó mis labios mientras un sentimiento de tristeza se alojaba en mi pecho, esa pieza traía a mi mente los peores recuerdos de mi existencia, la había compuesto en el peor momento de mi vida. Acaricié levemente su mejilla con una sonrisa melancolica en el rostro.
-A veces... los peores sentimientos nos inspiran para hacer cosas como esta... hay veces en las que deseo jamás haberla escrito, pero... en aquel momento fue la unica salida que encontré para... para el dolor-murmuré un poco más bajo.

Tomé su rostro con delizadeza, acortando la distancia entre nosotros para poder besarla, necesitaba alejar esos malditos recuerdos de alguna manera, ya me habían echo sufrir lo suficiente, arruinando casi por completo mi vida... pero no permitiría que lo hicieran ahora. Me alejé un poco mirandola a los ojos, sin saber que decir.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 6:15 pm

Ladeó la cabeza en una mueca ingenua, no le gustaba ver a nadie triste o melancólico, y menos a él, precisamente a él, que estaba significando tanto en su existencia.
Sonrió débilmente al sentir el tacto de él sobre su mejilla, escuchándolo con una atención curiosa en ella.
Quiso preguntarle de qué se trataba, ya que sentía la curiosidad picando en el fondo de su pecho, pero era algo delicado...tal vez lo hiciera estar más triste aun recordarlo, y lo último que Alexis quería que él sufriera.

Guardó sus comentarios y bajó los párpados automáticamente al sentir su beso, regresándolo suavemente, y enterrando los dedos en su cabello de forma tierna, para retorcer un mechón entre sus dedos e intentar alegrarlo.
Se separó lentamente y notó su mirada pesando sobre ella. Esbozó una sonrisa ladeada, pequeña y tierna, bajando la mirada.
-Todos pasamos por malos momentos...pero a veces, el presente te da una felicidad, una felicidad tan grande que casi puede eclipsar lo ocurrido en el pasado-susurró, levantando la vista hacia Vladimir de nuevo. Ella sabía de lo que hablaba, el asunto de Tom, su hermano, fue algo difícil de superar, pero ahora sabía que estar con él superaba con creses lo malo del pasado.
-. Si en algun momento, quieres hablar de eso...estoy para ayudarte. ¿Sabes?-dijo, suavemente, y le dedicó una sonrisa torcida.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 6:24 pm

Sonreí de lado, tenía razón, ningun dolor del pasado se comparaba con esto, ahora era feliz como nunca había sido... pero mis recuerdos me molestarían el resto de mi vida, era inevitable, lo sabía.

Aun no podía entender como un par de meses de mi pasado me atormentaban tanto, podía jurar que, si pudiera dormir, tendría pesadillas con eso... pero todos cometíamos errores y ese había sido el mayor error de mi vida, según creía yo.

La miré con una leve sonrisa, sabía que tarde o temprano tendría que contarselo y esperaba contar con su comprensión, estaba seguro de que la tendría. Levanté una mano para acariciar su mejilla, sonreí.

-¿Podríamos hablar de eso ahora?-pregunté en un leve murmurllo.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 6:46 pm

Agradeció por fin el hecho de que sonriera. Vladimir era demasiado perfecto, a su punto de vista, para no ser feliz. Era una buena persona, y podía notarlo, simplemente lo sentía...él no se merecía ser infeliz.

Lo comprendía, al menos por lo poco que le decía. Ella también tuvo que enfrentar momentos desagradables en su vida, más que nada ése...el de su hermano, el cual jamás había superado del todo, y sabía que no iba a hacer.

Pero podía vivir feliz, a pesar de todo, más que nunca ahora, con lo que Vlad le hacía sentir.
Asintió levemente con la cabeza luego de oír su pregunta, tomándole una mano con fuerza, para denotar que estaría allí, que lo apoyaría siempre.
-Por supuesto. Necesitas desahogarte...te liberará.-dijo, tierna.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 6:57 pm

Suspiré tomando su mano.

-Tal vez pienses que... soy una buena persona, o que siempre lo he sido, pues... no, no siempre he sido como ahora-dije e hize una leve pausa-Un par de siglos atrás, estaba harto, harto de la rutina, harto de este lugar, harto de mi vida, entonces decidí hacer un viaje, sin rumbo fijo, viajé alrededor del mundo un par de siglos... y... en uno de esos viajes... llegué a un poblado alemán...ahí... me enamoré, si le puedo llamar así-miré nuestras manos juntas-me enamoré de... de una humana...-murmuré y levanté la vista para poder ver su reacción, yo mismo seguía preguntandome como me había enamorado de ella.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 7:19 pm

Al oír su suspiro, frunció los labios, logrando que formaran una línea delgada, mientras lo escuchaba con atención.

No mencionó una palabra durante el relato, oyendolo con una atención expectante, quería saber qué era lo que carcomía de tal forma a un alma tan pura y excelente como la de Vladimir, simplemente no cabía en su cabeza.
Asintió ante lo del viaje, comprendía eso perfectamente, ella vivía viajando, permanentemente, no por hartarse de su vida...sino por saber que todos los sitios del mundo eran hermosos y todos valían la pena ser vistos.
Ante su confesión respecto a enamorarse de una humana, abrió un poco los ojos, no lo consideraba algo imposible, pero sí extraño...tal vez, simpletemente porque no se imaginaba a Vladimir con otra persona.
-¿Y...cómo se llamaba? ¿Qué...qué ocurrió con ella?-preguntó, tímidamente, acariciando el dorso de su mano con el pulgar.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 7:27 pm

Hizé una ligera mueca antes de proseguir.

-Se llamaba Helen... era una gitana que leyó mi mano...-continue con el relato-Obviamente no me fue dificil...emm..seducirla, por decirlo de alguna forma...nos vimos un par de veces durante mi estancia en el pueblo, que no sería más de una semana, pero...-dije e hize una pausa mirando sus ojos, esperando comprendiera lo que estaba por decirle-pero... el día en que decidí partir, ella me mandó llamar, fuí hasta su casa solo para cumplirle, lo que pensaba yo, era un capricho... pero no lo era, tenía algo muy importante que decirme... ella... estaba esperando un hijo mío-dije con la mirada baja, cada vez que recordaba eso me sentía como un infeliz.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 7:38 pm

Apretó su mano para infundirle algo de valor, para que pudiera continuar, no se imaginaba qué podría haber ocurrido para marcarlo de tal manera, pero sin duda Vladimir tenía miedo, miedo al rechazo, a que ella no lo comprendiera...se notaba, era visible en su mirada triste.

Intercambió una mirada con él, luego de oírlo y esperó a que continuara con la historia, la curiosidad continuaba aflorando en ella y realmente quería saber qué era lo que habría ocurrido, para cambiar de tal forma el transcurso de la vida de él.
Bajó la mirada al oír eso...hijo...un hijo. ¿Cómo era aquello posible? No sólo jamás había oído un embarazo con una humana y un vampiro...sino, un hijo de Vladimir...nunca se había parado a pensar en ello.
-¿Qué ocurrió después?-preguntó, débilmente, no se le ocurría nada más para decir.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 7:49 pm

-Al principio me negué a creerlo, pero... el embarazo era demasiado obvio, parecía que ya habían pasado un par de meses en lugar de una semana y pues... no tuve otra opción más que aceptarlo-dije encogiendome de hombros, levanté la vista para verla, como había previsto la noticia no le cayó muy bien, solté un leve suspiro y continué-Compré una cabaña pequeña en los bosques, para que nadie se enterara, ahí la cuidé el poco tiempo que duró el embarazo... pero... un par de días... ella empezó a echarme un sermón sobre matrimonio y no sé que tantas cosas más... a fin de cuentas terminamos "casandonos"...-dije e hize una pausa para dejarla digerir todo lo que decía.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 8:12 pm

Asintió ante su relato, dándole a entender que lo estaba escuchando, que compartía sus penas, que lo ayudaría siempre.
Simplemente no tenía palabras para argumentar, jamás había oído un caso como ése. Pero al menos estaba ahí, comprendiéndolo, sintiendo empatía por él.
-Tranquilo...-musitó, al ver su expresión, estaba increíblemente tenso. Le otorgó una sonrisa, débil, pequeña. Pero una sonrisa al fin -. Dime qué ocurrió después.-pidió, suavemente.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 8:23 pm

Asentí levemente y seguí con el relato.

-Un par de días después nació el bebé...fue una niña...-No pude evitar sonreir, el recordar a ese pequeño ser entre mis brazos, el recordar esa primera vez que la ví, me sentía de una manera extraña...algo feliz, tal vez-La niña era hermosa... pero ella no soportó, su corazón estaba muy debil y apunto de morir... no soporté el verla así... por lo que... decidí convertirla...-hizé una mueca al recordar aquello-Me quedé a su lado durante el tiempo de la conversión, cuidando de... de mi hija... cuando estaba apunto de terminar la conversión.... me acobardé... simplemente decidí que no podía quedarme con ellas... por lo que... poco antes de que despertara... le escribí una carta de disculpa, me despedí de mi hija... y me fui... jamás volví a saber nada de ellas- dije con la mirada baja-Y no me lo perdonaré jamás...

por Invitado Mar Dic 15, 2009 8:34 pm

Al escuchar el resto de su historia, sintió la necesidad irresistible de abrazarlo, y así lo hizo. Rodeó el cuerpo de Vladimir con sus brazos, suavemente, para reconfortarlo, mientras oprimía su espalda con delicadeza, siempre suave. Ya que él parecía a punto de quebrarse luego de aquella historia.
Ella no lo juzgaba, por supuesto, cada uno tenía su manera de actuar o reaccionar, éso hacía al mundo variado...y hermoso, en cierto punto.
No era la mejor de las decisiones, pero al menos se arrepentía de ello. Y eso era algo bueno.
-No estoy molesta contigo...en absoluto-murmuró, contra su oído, mientras dibujaba trazos invisibles en su espalda, distraídamente -. Vlad...¿hace cuánto fue esto? Tal vez...tal vez puedas rastrearlas, verlas. Puedo ayudarte, haría lo que fuera porque seas feliz...

por Invitado Mar Dic 15, 2009 8:48 pm

Sentí como si me quebrara al sentir su abrazo, sentí como se agolpaban en mis ojos lágrimas que no podían ser derramadas. Esa había sido la peor decición de toda mi vida y me arrepentiría por ello el resto de la eternidad.

Me alegró un poco el echo de que no se hubiera molestado, pero lo que dijo después no me agradó del todo, era algo que yo ya había pensado antes, pero que había desechado rapidamente.

Me alejé un poco para ver su rostro.

-Eso fue un par de siglos atrás-respondí a su pregunta y luego negué con la cabeza-No, ya lo he pensado antes, pero no lo creo justo... ellas ya tendrán su vida y no quiero arruinarlas... además, para ser feliz, me basta conque estes a mi lado-le dije con una media sonrisa.

por Invitado Mar Dic 15, 2009 9:05 pm

Continuó abrazándolo, fuertemente, quería que se descargara, que dejara salir todo aquello que lo estuviera quebrando por dentro, para que estuviera tranquilo. Odiaba verlo así, tan herido...

-Yo siempre estaré a tu lado-le aseguró, estirando su mano para acariciárle la mejilla a Vlad, suavemente-. Pero...no creo que le hagas un mal...es decir, tu hija tal vez...no te recuerde. Sería bueno para ella tener la oportunidad de pasar tiempo contigo. Puedo acompañarte, si necesitas apoyo...-musitó, comprensiva.

por Invitado Miér Dic 16, 2009 9:30 pm

Negué levemente con la cabeza.

-Tal vez, algún día tenga que acerlo... pero por ahora, creo que estoy bien así-dije con una leve sonrisa. Levanté la vista para verla a los ojos, eran hermosos, siempre me atrapaban.

Volví la mirada al viejo piano y la regresé a ella con una leve sonrisa.

-¿Qué tal si improviso algo?-le pregunté mientras volvía a dejar mis manos sobre las teclas, tocando teclas al azar mientras encontraba un ritmo que me gustara, por fin lo encontré y la pieza comenzó a flui como si llevara años practicandola.

por Invitado Vie Dic 18, 2009 8:44 pm

Era obvio que Vladimir estaba reacio a la idea de visitar a su hija, ella asintió con la cabeza, como toda respuesta, no iba a molestarlo con algo que lo pudiera herir. Claro que iba a insistir, pero más tarde, estaba segura de que si él podía mirarlas a los ojos y ofrecerles disculpas...sería plenamente feliz, se sentiría completo. Y nada la haría más feliz que eso.

-Por supuesto, adelante-musitó, con ése tono agudo y adorable que caracterizaba su suave voz, tanteando el terreno, volviendo a la normalidad. Observó con risueña distracción cómo los dedos de él recorrían delicadamente las teclas, casi pareciendo un pianista profesional, de aquellos que todos aplaudían y vitoreaban en los teatros. No pudo evitar encontrar su mirada con la de él en una sonrisa, llena de admiración, ternura y algo rayano a la adoración. No lo juzgaba por nada de lo que pudiera haber hecho. Para Alex, Vladimir continuaba siendo perfecto, y nada cambiaría eso.

-. Cuando tengamos más tiempo...¿podrías enseñarme a tocar?-preguntó, tímidamente, seguramente él no querría hacerlo en ése instante, y...después de todo, tiempo es lo que les sobraba a ambos.

por Invitado Vie Dic 18, 2009 8:53 pm

-Por supuesto, cuando tú quieras-le dije con una sonrisa. Con las experiencias que había tenido antes, esperaba una reacción diferente ante lo que le acababa de contar, pero al parecer, no le importaba en lo más mínimo.

Me puse de pie y bajé la tapa del piano, aún habían muchas cosas que hacer y que mostrarle. Le sonreí ofreciendole una mano.

-Y bien ¿qué te gustaría hacer ahora?-le pregunté con una sonrisa en mi rostro.

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