Ridículos juguetes de pantallas gigantes (Nessie)

-Todo el chocolate que quieras, pero con la condición que Bella no sepa que te consiento con eso ¿de acuerdo?

Cuando Nessie pronunció lo de los videojuegos, me llevé las manos a la cabeza y me rasqué nervioso cerca de la frente. ¡Videojuegos! Ahm... no sabía cómo definirlos. Asi que comencé a reírme y me puse de cuclillas en la banqueta para quedar más o menos a su altura, tomé sus diminutas manos y le dije:

-Son cajitas que les pones un cd, cartucho, etc... las cuales mediante un control parecido al de la tv, pero con menos botones... tú aprietas los botones y los muñecos se mueven

Recordé el Guitar Hero, de algunas veces que jugué con Quil y Embry.

-O también son grandes máquinas con botones y palancas, a veces hay motos donde tienes carreras virtuales... sé que aquí cerca hay un centro de videojuegos y entretenimiento... me quedan unos 20 dólares, y tomando en cuenta que traigo el tanque casi lleno... -bueno, pensé en eso... no recordaba -sí, podemos ir un buen rato ¿aceptas?

Esperando su respuesta, me dí cuenta que no soltaba sus manos. Y es que, si hacemos unjuego de seriedad, no las quería soltar nunca.

-Vamos caminando -tomé una de sus manos y me dirigí hacia el centro de videojuegos.

Me paré y traté de no ponerme nervioso. Era tan difícil. Algunas personas que iban saliendo del cine nos miraban sorprendidos, en especial una niña de la edad de Nessie, que al mirarme, sin disimular, "hacia arriba", la hice espantarse con mostrarle los dientes, como si fuera a gruñirle.

De pronto, como si me hubieran golpeado con un globo de agua, volteé a ver a Nessie.

-¿Tan feo y terrorífico soy, pequeñita? -dije frunciendo el ceño

Llegamos a un mundo de colores, con máquinas por aquí y por alla, videojuegos al por mayor, peluches, máquina para capturarlos...

-Claro que no lo eres!- le dije abrazando su brazo con fuerza y sonriendo...
Entramos al centro y abrio mucho los ojos

-Wow!!!- dije mostrandole todo sorprendida de nuevo y piediendole que me enseñara a jugar todo! ene los peluches mire un lobito que uqeria ganar tambien
-Vamos jake vamos- ele dije dando saltitos de emocion

-¿El lobo? No se parecerá a mí... ¿o sí? -dije llevándola a la máquina de los peluches

Fui a intercambiar mis 20 dólares por bastantísimas fichas, eran como unas 100.

-¡Vamos, Nessie, tu primero! -dije entregándole unas cuantas para que la metiera a la máquina -Si no puedes tú, lo saco yo...

-Tú puedes, Nessie -le dije, y encorvándome hasta tener la misma altura

Tomé su mano derecha y volví a meter una moneda, así, con el control de su mano bajo la mía, iba a hacer que ella pudiera.

Ya: es que quieres hacerles el mundo, y sobre todo ser un mundo para aquella persona a la que amas, tanto sea ponerte tutús como verte brutalmente estúpido, así tengas también que volverte Tom Cruise o incluso el inútil de Justin Bieber.

Sentí incluso las contracciones y relajaciones de sus venas, prácticamente insensibles para el tacto humano promedio. Su corriente sanguínea era como un alivio para mí. Apretamos el botón sobre uno de los lobos...



Una de las pinzas tomó el tirante y logramos llevarlo hacia la resbaladilla, hasta que salió, me agaché y le hice un pequeño gruñido con el peluche en su carita y se lo di.

-Lo sacaste tú, Nessie -sonreí -Y si te queda duda... ¿quién apretó el botón? Tú... ¿Quién sacó al lobito? Tú, pequeñita...

¿Quién salvó mi vida? Tú, mi Nessie...

-No hay de qué, Nessie... ya te dije, la cosa la hiciste tú, yo no toqué la palanca, todo lo hiciste tu -le repetí como un cura renegado a dar su sermón

Le hice señas de que me siguiera, era hora de un poco de acción.

-¡Las motocicletas! -señalé las motos virtuales... había dos desocupadas -Solía ir con tu madre en motocicleta... pero a diferencia de tu abuelito, tus papis me pueden quebrar los huesos, Nessie -me troné los dedos y la subi a una moto, yo tomé su peluche un momento -¿lista? -dije poniendo monedas en las ranuras

La posibilidad de aventura con Nessie en moto de repente me pareció increíble. Sentí por un momento el aire golpeándonos y ella sobre una moto mucho mejor que la mía... una Ducati 1198 en rojo y negro... era perfecta para ella.

De pronto salí de mis fantasías, justo cuando iba a comenzar el juego.

-Pon tus manos así -me puse en posición -y después acelera...como si jalaras en tu mano derecha... para frenar es la izquierda... -recordaba cómo se jugaba aquéllo -y la dirección, pones tu peso hacia un lado (izquierdo o derecho) moviendo el manubrio... -hice los movimientos, mientras cargaba el juego para seleccionar las motos

Apareció la variedad de motos y elegi una Yamaha fz16.

-Vamos, Nessie... cualquiera es bonita, pero fijate en la velocidad.

Recordé lo mucho que la amaba en aquél instante más que en ningún otro que algún estúpido protagonista de cuentos cursis: mi Nessie tenía un espíritu competidor nato y eso me encantaba. Sabía combinar perfectamente su dulzura, su inteligencia y su arrojo.

-Ya estás

Pero el resultado fue inminente... siempre terminaría chocando en las cercas, cayéndome en el fango y fallando los saltos sobre los montículos de tierra...

¿Qué quién ganó?

¡Vaya! ¿Qué no era evidente...?