Cerca de ... (libre)

Ya había llegado a Versalles, si lo tenía muy en mente que me había escapado de "casa". Bueno, no tal literal, me había escapado de la reserva, de James, de mis primas, de todo el mundo para ir a ver a mis padres y estando tan cerca me empezaba a arrepentir. Ellos sabían todo lo que había hecho en America, que me había escapado a las Vegas y el por que de eso. Temía en cierta forma el llegar con ellos y enfrentarme a lo que posiblemente sería un encierro en Francia.

Esperaba fuera en Reims y no en Escocia, que era donde menos posibilidades de escapar tenía. Empecé a caminar por las calles de Versalles pensando en todas las posibilidades que tenía desde este punto.
1 Enfrentarme a mis padres y tener que pagar las consecuencias de todas mis locuras
2 Regresar antes de que alguien se diera cuenta de que estaba lejos de America.

De un derepente escuche un ruido tras de mi y temí girarme y encontrarme en peligro, aunque siempre había la posibilidad de que fuera una buena persona. Pero en esta época ya no estaba segura de nada.

Claro que me sorprendió encontrar a Rue en Versalles. Yo quería conocer un poco de historia, la verdad me es fascinante ver lo que me dice toda la naturaleza francesa, pero de momento me llevé una gran sorpresa al verla. Podía distinguir a gente en cualquier parte, y más a alguien tan especial como Rue.
Me acerqué lentamente para tocarle el hombro.

Di un pequeño salto al sentir una mano en mi hombro, creo que hasta el pulso se me acelero pero me decidí a ser fuerte y girarme a ver quien era.

Los colores me volvieron al rostro cuando vi el rostro de Sean y le sonreí sin poder evitar darle un gran abrazo - Me alegra tanto que seas tú y no un secuestrador o vendedor de órganos clandestinos - Estaba exagerando, lo sabía pero tampoco podía decir que no fuera un bebedor de sangre por que sabía lo que era él.

Bueno, es abrumador ver lo divertida que puede ser Rue cuando se espanta. Tenía mucho que no la veía, aunque me hizo gracia todo el miedo que tenía de un vendedor de órganos. A veces los miedos humanos eran tan infantiles.
-¿Qué hace tan sola señorita? Me permite acompañar a una belleza como usted por les belles avenues du París?-bromeé con ella como siempre. Me alegraba verla de nuevo.

- Bueno, tecnicamente ya no estoy sola por que me acompaña usted joven - me daba una paz que fuese alguien conocido y más el poder bromear un rato en esta "travesia" con mis padres.
Le estire mi mano gracilmente - Claro que si, le puedo conceder ese gran honor - expresé con una sonrisa esperando que aceptase, hacía ya tiempo que no lo veíay esto era una gran sorpresa.

Supe que Rue estaba en problemas. Su pulso sanguíneo y gesto de preocupación me lo decían. Esa Rue, cuando no era Seth, eran sus padres...No exageraba cuando le había alegrado verme. A mí también me alegraba verla, tenía mucho que no la veía. Mi pequeña Rue.
-Merci ma belle mademoiselle-sonreí, esperando darle un poco de ánimos. La bella ciudad París no era el mejor lugar para que estuviera seria.-Vous etez trés charmant! Ves qué he aprendido el idioma Rue?

- No hay por que agradecer, en verdad que si me siento contenta de que seas tú quien me haga compañía antes de partir en tren a Reims. - Sin duda su presencia algo protectora aligeraba ya mis miedos y hasta mis problemas dejando al olvido esas cosas.

-Je vois que vous avez bien appris ma langue maternelle- exprese con alegría al escucharlo hablar en francés - Pero que hábil eres, cela est surprenant - jamás me hubiese imaginado que aprendiese tan rápido.