¿Quien eres Jacob Black?

Si te mataras cuando tienes el corazón roto, estaría bien. Pero no valía la pena dejar a un vampiro con toda la victoria, aunque todo estaba perdido, merecía seguir sufriendo.

Una chica a lo lejos, vaya, otra cosa en mi camino. Habría sido maravilloso que fuera un vampiro y haberlo destrozado en ese momento. Quería hacerlo. Pero era una simple chica. Nada más.

-Hola ¿quién eres? ¿Qué haces aquí?

Y cuando haces ese tipo de pregunta en estados de ánimo nada favorables, te das cuenta que eres un imbécil y grosero con ínfulas de llevarte el campeonato.

Ya está. Te haces el rudo con un desconocido y piensas que voy a correr. Ajá. Me dio risa su rostro y su poco tolerable aroma. Era bellísima, quizá una competencia para Miss Cullen Universe pero esa tipa se había declarado anti-Jacob desde el principio ¿Qué le había hecho? Ahora resulta que cuando intentas se un poquito amable, las personas te lo toman a mal.

-Jacob Black -hice una mueca -, pues no temas en decirlo, no soy idiota. Por cierto ¿Qué buscas por aquí?

Porque de verdad tenía un aroma intrigante.

"Sólo algo de tranquilidad".

Sí, y yo hacerme idiota viendo a quién molesto ¿no?

-Sale, toma tranquilidad -le dije, respirando más lento

Sus ánimos de "soy superior, me siento la ruda y te voy a matar" se bajaron hasta hacerla ver completamente pacífica. Bueno, a bajar un poco la guardia.

-De entre todo el país te veniste a parar por aquí. Supongo que es atractivo ver cómo conviven los perros y los gatos en un radio de 25 kilómetros cuadrados ¿no? ¿Qué te trajo hasta aquí?

-Por si no te das cuenta, existe algo llamado "autoridad"... se deletrea así "Au-to-ri-dad" y aunque este no entre en nuestros dominios, se prohibe matar

Me acerqué a la tipa imbécil y ruda de plástico, y levanté el dedo índice, para darle explicaciones, se lo puse bien enfrente de la cara para que supiera que yo no era ningún mequetrefe

-Procura andar con cuidado

-Como sea, me has entendido, y superaste el IQ que esperaba de tí -me volteé

Me estaba desesperando, que alguien lograra eso es que de verdad era insoportable. O una de dos: yo era el que ahora se ponía de voluble.

-Chica... como te llames ¿qué haces aquí? Si yo fuera tú, no andaría como Sandy Bell por el campo de las flores felices

Esperé que entendiera la indirecta.

-uuh qué miedo... ¿puedo temblar?

Hice un moviento con las piernas y comencé a reírme.

-No vale la pena. Me largo

Y volteé para irme del lugar, pero...

Se retiraba, no le di mayor importancia.
-Lo que hace perder a tu sol personal-
Sabia que no debí mencionarlo, esa ridicula impulsivilidad mia por decirr estupideces en el momento menos indicado.


off: suegra me quede sin saldo y no te vi por msn x3
hay estuvo buenisimo en hell in a cell
buenisimo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! voy a ver si lo encuentr, lo descargo y te lo envio

Me detuve en seco. ¿Cómo demonios sabía esa cosa que... que...? Volteé a verla, y sabía que comencé a temblar, lo sentí... sentí como subía el calor a borbotones, como agua hirviendo. Agua que podría regar a esa imbécil por... por mencionar ¿simples casualidades?

Tomé velocidad y la tomé de los hombros y caí al suelo con ella, yo de rodillas y ella debajo de mí. Sabía que no era una muñequita de porcelana la cual se fuera a quebrar.

Y si se quebraba no me importaba, había dado en la yugular, aunque fuera por casualidad.

-Repítelo otra vez... -la reté hablándole en voz baja

Vaya que sí podría hacerme llegar a mi punto de ebullición. Vaya que sí.

-¿Quiéres enterarte? -le enseñé los dientes

Con mi mano izquierda tomé su cuello, sin apretar pero sin ceder a las fuerzas que pudiera aplicar.

-Vuelvo a repetirte... ¿Por qué dijiste... eso? ¿Acaso eres la nueva miniespía 3D?

Y ya creía que con eso me podía hacer algo. Claro, sí, dolía. Pero muy poco. No había heridas más grandes como las de perder al amor de tu vida, peor: que se largara con tu peor enemigo.

-No te quiero hacer daño -dije parándome firme y mirándola a los ojos -. Te hice una pregunta... responde. Última oportunidad.

No quería golpear a una mujer, no era mi estilo. Pero inmovilizarla... bueno, eso aplicaba a Leah. Y ésta tipa también se la estaba ganando.

La solté por instinto, como si ahora su temperatura tan extrañamente normal fuera la que me hubiera quemado. Lo único que faltaba ¿no? Otra lectora de sentimientos, mentes, etc. Daba igual, sabía que estaba hecho papilla por dentro.

Me separé de ella lo suficiente para que se pudiera parar. Fue extraño: no haberla acabado en aquél instante. Era una chica, después de todo.

Me quedé parado mirando al suelo, de donde ella comenzó a pararse.

-Como sea que lo sepas... tienes razón. ¿Por qué lees sentimientos y no apestas como ellos, los chupasangres?

Bueno. Ajá. Sí. El típico síndrome "me hago el interesante" para que uno siguiera preguntando. Volví a mi postura seria, saqué pecho y volteé.

-Si no tienes nada más interesante qué decirme... supongo que me voy. Dejemos todo en paz, ¿está bien? Nada de aventurillas ni de hacerse la ruda, no te queda, chica.

Comencé a caminar en dirección opuesta.

-Adiós y... mucho o poco o como se diga... "gusto".