Solo nosotros -privado-

por Invitado Sáb Feb 13, 2010 4:29 pm

La ciudad lucía tal como aquel afortunado día, las luces de las marquesinas, las calles llenas de personas, solo algo era diferente, ya no estaba solo.
Si alguien me hubiera dicho que mi boda sería planeada en menos de un dia jamás le hubiera creido pero ahora, bueno, era la razon que me traía a las Vegas de vuelta, y eso me tenía sumamente feliz.
Caminaba por las calles de la ciudad con la mujer mas maravillosa de mi brazo. Me volví hacia Alexis con una sonrisa en el rostro, no veia razon para no sonreir mientras estaba a su lado.
-Bien, aquí estamos-dije sonriendo mientras tomaba su mano para besarla, sonrei al ver el anillo de compromiso en ella, aquel habia sido uno de los momentos mas felices de mi vida, cuando habia aceptado convertirse en mi esposa.

por Invitado Jue Feb 18, 2010 10:18 am

Todo el ambiente le traía recuerdos maravillosos, las mismas luces en la calle, las mimas personas dispersas, que irradiaban esa energía tan hermosa. La misma luna observándolos, feliz por cómo estaban llevando adelante su destino.
No podía creer que estuviera llevando a Vladimir del brazo, hacia la pequeña Iglesia que se hallaba en la esquina de aquella calle. Sin duda alguna, esa noche la recordaría para siempre. En ese momento no importaba su pasado, ni el de él, ni nada más. Sólo quedaba ese momento perfecto, que esperaba que fuera eterno.
-Así es...hemos llegado-sintió los labios del vampiro posarse en su mano, y la sofocante (y a la vez placentera) calidez que se originaba en cada contacto no hizo una excepción en aquella vez-, jamás creí que llegaría así de lejos con alguien...cambiaste toda mi vida-musitó, hablándole casi al oído, para luego besar su mejilla, cerrando los ojos un par de instantes, para sentir su aroma, tan peculiar, tan único, tan de él, y de nadie más.
-. ¿Entramos?-preguntó, luego de un breve silencio, refiriéndose a la Iglesia, por supuesto.

por Invitado Jue Feb 18, 2010 8:26 pm

Una parte de mi seguia sin creer que esto fuera real, sin embargo, era afortunado de que no fuera un simple sueño. Cerré mis ojos al sentir sus labios sobre mi mejilla, y en un acto reflejo mis labios buscaron los suyos en un fugaz beso.
-Tú has cambiado la mía también, me haz echo el hombre mas feliz del universo entero-dije sonriendo mientras abría nuevamente los ojos.
Miré la pequeña iglesia unos segundos y después volví mi mirada a Alex nuevamente, ofreciendole una cálida sonrisa.
-Por supuesto-dije ofreciendole mi brazo para entrar.

por Invitado Vie Feb 19, 2010 11:10 am

Adoraba cada uno de sus besos, tal vez tenía que ver con que ninguno tenía el mismo sentimiento, siempre más intenso, más íntimo, más perfecto y con un sabor único. Jamás había sentido nada similar con nadie, y francamente, ya no quería hacerlo. Con Vladimir tenía más de lo que quería, más de lo que merecía, por toda la eternidad.
Tomó su brazo con delicadeza, mientras daba un último vistazo a las hermosas estrellas, antes de entrar a la Iglesia techada, no era la gran cosa, pequeña y algo despintada. Pero, para Alex, era el mejor lugar que alguna vez pudieron haber escogido.
-No puedo creerlo...-musitó, con una sonrisita crispada por los nervios, mientras bajaba por el brazo de él hasta llegar a su mano, entrelazando sus dedos. Mientras comenzaban a caminar por el extenso pasillo, un paso a la vez...

por Invitado Vie Feb 19, 2010 4:30 pm

Sonreí entrelazando mis dedos con los suyos mientras entrabamos a la pequeña iglesia, que, aunque no fuera la gran maravilla, me parecía el lugar más maravilloso del mundo, después de todo, estaba por casarme con la mujer mas maravillosa del mundo ¿Qué más podía pedir? La verdad, no necesitaba nada más.
Caminamos por el pasillo de la iglesia sin prisas, después de todo, teníamos todo el tiempo del mundo.
Llegamos hasta un modesto altar que habia en el fondo de la iglesia, había un hombre que parecía ser el sacerdote del lugar y, tras comunicarle nuestro deseo por contraer nupcias, nos dió un pequeño sermón sobre todas las responsabilidades que eso implicaba y una breve explicacion sobre los votos que debíamos hacer, hasta que, por fin, dió inicio con la ceremonia.

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