Una charla estúpidamente necesaria

por Invitado Sáb Sep 18, 2010 8:35 pm

Dicen que hay noticias que son como una golpiza. Dicen que hay noticias que te dejan con mal sabor de boca, pues bien esta noticia me hacía recordar las veces que practicando, probé el sabor de la tierra. Saber que él era mi padre, era como un golpe. Duro, doloroso y difícil de afrontar. Es que llevo toda mi vida odiándolo, toda mi vida quitando de mí lo que es él, y pensar que somos parecidos, en nuestra forma de ser, es como reconocer que en el fondo siempre lo supe. Toda mi vida quise ser como Félix, mi padre adoptivo, y aunque sé que en verdad tanto mi pequeña Aless como yo somos su orgullo, él no podría entender que soy hijo de eso que él más odia. Creo que mi padre Félix siempre lo supo, pero de todas formas me ha tratado y querido como a su hijo. Le quiero por eso, pero me parece que es momento de que admita las cosas. No puedo huir. Nunca he sido cobarde, y no me daré el gusto de serlo ahora. Aunque puede que con Yuki sea cobarde, pero es por su bien; ella me da más miedo que otra cosa en el mundo. Pensarla en riesgos, me pone nervioso. Ese no es el punto lo sé, mi cabeza divaga con todo, pero en estos momentos es válido por qué estoy confundido.
Contemplo el crepúsculo en Milán, es una ciudad preciosa, a pesar de ser la capital de la moda, como dirían las mujeres. Me gusta mucho Italia, y me pareció el sitio perfecto para que él viniera. Ni loco pensaba citarlo en Nueva York o en otra parte, tenía que ser Italia, una tierra tan sagrada para mí, como no hay otra.
Tome un poco del líquido que tenía en mi copa, preguntándome a qué hora llegaría. No esperaba mucha puntualidad de él, después de todo, era precisamente él. La mesera sonrió y me dijo unas palabras en italiano. Yo solamente pedí un poco más de lo que tomaba. Tampoco iba a comportarme como él y ponerme en estado de ebriedad. Era su hijo, sí, pero también era el hijo de mi madre Liry y de mi padre Félix. Soy una combinación muy extraña.

por Invitado Sáb Sep 18, 2010 8:49 pm

Habia llegado un poco retrasado mi vuelo se habia atrasado no era mi culpa pero en fin. Iria mas rapido si iba corriendo a mi cita que si tomaba o rentaba un auto, nada era mas rapido que un vampiro Cool

Y mas que uno que tenia poco tiempo de haber dejado un neofito, un neofito que habia sido desterrado de estas tierras, en realidad solo de Volterra pero me gustaba el drama. La historia de mi vida Keith Fenton el rey del drama me decia Liraly, agh. como aborrecia a esa chiquilla insolente despues de todo lo que habia hecho por ella asi me pagaba. Mi hijo me odiaba, o al menos eos decia ella, que er ai hijo por que de que me odiaba eso me constaba, yo desde pequeño intente convivir con el pero gracias a Felix el perro nunca me tomo cariño. En fin... La historia de mi vida.

Llege al pequeño restaurante en Milan me preguntaba por que habia escojido este lugar, saliendo de mi cita con Sean iria de compras necesitaba una gabardina nueva y por que rayos estaba pensando esto? Venia a algo realmente serio y yo como srta. pensando en estupideces.
Me sente en la barra mirando a mi alrededor buscando a Sean, capte su aroma y voltee a verlo, le sonrei con debilidad no sabia que hacer o que decir asi que solamente guarde silencio.

Una charla estúpidamente necesaria

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Re: Una charla estúpidamente necesaria