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una noche, una vida

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Mensaje por Isabella Cullen Lun Jun 28, 2010 8:41 pm

Era la mejor parte del día, sin opción a duda alguna.

No supe cuando comencé a sonreír para el, tal vez desde el mismo momento en el que había entrado por la ventana. La noche era nuestra, nuestro momento de ser y estar... y sabía a gloria.

Me humedecí los labios observando esos, los ojos más maravillosos, los que me mataban y me hacían querer seguirlos a donde fuera, no importaba el donde, el como o lo que costara... mis manos, que seguramente estaban bajo su efecto gravitacional se movieron con voluntad propia deseando acariciar su perfecto rostro y no tenía una objeción para con ello.
Con las yemas de mis dedos lo toque apenas, acariciándolo como quien adora a su Dios, como si su felicidad eterna estuviera frente a el, materializado en una persona, el era eso, mi destino, mi vida en esta vida y en la eternidad.

-amor, como estas?- le pregunte sin apartarme de el; estábamos en mi cama, como tantas otras noches, mudo testigo de mi amor por el, sea en forma conciente o inconciente. Tal vez el lo llevaba mejor que yo, seguro que así sería... su educación era tal que seguramente gozaba mucho más que yo las torturas de Alice y su operación "Boda del milenio". Entre las opiniones gestualmente dichas al respecto por parte de Charlie y el bombardeo de detalles por parte de mi mejor amiga, realmente mi oasis lo encontraba a finalizar el día, en el momento justo en que Edward y yo nos encontrábamos a solas, por esos momentos, todo lo demás merecía la pena.

Me moví entre las sabanas para acercarme un poco más a el, el por su parte estaba callado, así que levantándome un poco lleve mi rostro muy cercano al suyo, acariciando con mi mejilla la suya, tan delicadamente que estremecía, o al menos a mi me hacía estremecer, era eléctrico, totalmente. El seguía en silencio así que en medio de esta caricia le susurre -esta bien Señor Cullen, acaso quiere cambiar novia?- Sonreí ligeramente por eso, porque realmente esperaba que no así que recompuse mi pregunta -comprendería totalmente si quisieras detener este tornado- no pronuncie nada más, estaba embelezada y tal vez, ante su cercanía sería poco coherente si volvía a hablar.
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Mensaje por Edward Cullen Miér Jun 30, 2010 3:48 am

Observé como la Luna iba apareciendo. Es tiempo de nuestra cita nocturna mi amor. Pensé con el rostro de Bella en mi mente mientras caminaba hacia su casa.

Trepé por su ventana y ella me recibió como me encantaba que lo hiciera.
-Hola hermosa -La saludé con una sonrisa mientras me acercaba a su cama. Cuando estuve sentado cerca, la vi llevar su mano a mi rostro y yo la miré con amor. Luego ella acortó la distancia entre los dos frotando su mejilla calida y suave con la mia, helada y dura. Cerré los ojos un instante disfrutando de aquel momento, era maravilloso lo que me hacía sentir el contacto de su piel, tanto que tardé en responderle.

-Para contestar a tu pregunta te contaré lo que sucede cada día desde que entraste a mi vida.- Acaricié su mejilla con mis dedos y la puse de espaldas a mi, acomodandola entre mis piernas, sobre mi pecho, de tal forma que mi boca quedó a la altura de su oido.

-Después de que terminan las clases, voy a casa y lo único que hago es mirar el cielo esperando impacientemente que oscurezca para poder estar contigo de nuevo.- Susurré descansando mi barbilla en su hombro. - Y sinceramente, ya no quiero eso..... Bella, te quiero todos los días para mí. Quiero poder amarte con libertad a todas horas. -Presioné mis labios contra su hombro y su cuello.

-Llamame anticuado pero realmente deseo y me emociona la idea de llamarte mi esposa. -La apreté con cuidado entre mis brazos y una risa pequeña se me escapó.
-Además este tornado como tú lo llamas me gusta, los preparativos van muy bien.... ahora la pregunta es señorita Swan- La tomé del rostro para volverla a mí.
-¿Estás contenta con él que será su marido? -Pregunté mirandola a los ojos.

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Mensaje por Isabella Cullen Miér Jun 30, 2010 4:26 pm

No podía y mucho menos quería resistirme a su encanto y a ese amor que me hacía sentir, ferviente, incandecente, abasallador.. maravilloso, y todo mi ser lo sabía, cada celula ya era de el, en esta vida, en la eternidad o en lo que siguiese.

Me tomo entre sus brazos y me reacomodo de una forma que me hacía sentir en paz, segura y que me obligaba a olvidar por completo que existía un mundo afuera de nuestra pequeña burbuja personal. Y entonces lo dijo en un susurro, entreabri mislabios y tome aire profusamente, mientras que me recargaba en su pecho, y a la expectativa de lo que el pudiera pronunciar. Entonces me beso expresando tambien que quería amarme con libertad, Como acto incoluntario cerrre mis ojos concentrandome en el, en su tacto en sus palabras y en el eterno amor... me derretía, pocas palabras y me tenía irrevocablemente loca por el.

En ese momento, cuando me nombro su esposa, no tuve un solo apice de estremecimiento, el estaba logrando que esa palabra fuera lo natural, lo que yo misma deseaba, pertenecerle de todas las maneras posibles y que de ese mismo modo el me perteneciera. Para cuando me tomo el rostro para vernos de frente y que me hiciera una pregunta no tenía ninguna duda, no existian dudas.

Bese la comisura de sus labios, e hice un esfuerzo sobre humano para no tratarde fundirme con el enese mismo instante, volvi a besarlo con devoción mientras cambiaba de posición, no quería estar dandole la espalda, si no frente a el, lo más posible... me separe de sus labios en cuanto me senti capaz -no- fue lo que pronunciaron mis labios, sonrei con ese pequeño intento de hacerme interesante, como si alguna vez quisisera estar con otra persona que no fuera el tome su rostro entre mis manos y sin más comence a besarlo, sonriendo y dejando atras esa pequeña broma -no estoy contenta, eso sería quedarse demasiado corto, estoy fasinada con ese hombre que será mi marido- le dije entre besos, quería decirle más, pero tal vez el ya lo supiese, lo que decían mis labios, mi cuerpo y mi ser corroboraban mis palabras.

Sumida en el estado en el que estaba me reacomode, como una niña pequeña y mimada entre sus brasos, recargando mi cabesa en su perfecto pecho y sin más decidi besarlo tambien ahi -esto es lo que deseo, y nada podra superar el momento en el que nos pertenescamos, te amo Edward, demasiado, y creo que te amo tanto que un día de estos no podre contenerme y me portare mal, tratare de seducirte, justo ahora podría hacerlo- le dije mientras volvia a besar su pecho y me afianzaba en sus brazos.
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Mensaje por Edward Cullen Dom Jul 04, 2010 2:06 am

Comenzó a besarme y yo seguí sus besos. Se fue acomodando sin dejar de besarme. Cuando dijo no, la observé contrariado. -¿No?- La cuestioné alzando una ceja. Ella simplemente sonrió, tomó mi cara y de nuevo unió su dulce boca a la mía. Estaba bromeando.

-Qué alivio Bella –Comenté contra sus labios, pasando una de mis manos por su espalda y dejando la otra en su nuca. –No sabes cómo anhelo casarme contigo –Volvió a acomodarse, esta vez apoyándose en mi pecho y yo la rodeé con mis brazos.

-Mmm..!-Solté estremecido al sentir sus besos. –Pertenecernos,qué bonita palabra mi amor–Susurré poniendo mi mejilla sobre su cabeza. Al oír lo último una sonrisa se formó en mi rostro.

-Pero si me seduces todo el tiempo –Acaricié el largo de uno de sus brazos con mis dedos.
-Me seduces cuando me miras, cuando me sonríes, cuando me besas, cuando me tocas–Suspiré recorriendo todavía su brazo- Incluso cuando te enojas –Añadí con una risa pequeña.

-Y no sabes lo difícil que me resulta soportar todo sin dejarme llevar por mis impulsos, por mis deseos–Confesé apenado.
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Mensaje por Isabella Cullen Dom Jul 04, 2010 5:23 am

su voz, su toque y la manera en que me hacía estremecer me hacían comenzar en ese estado de semi letargo, donde ya no se era responsable a cabalidad de los actos.

No interrumpí ninguna de sus palabras, prefería disfrutarlas y entrar en esa neblina deliciosa. Para esos momentos, Edward había accedido ya tener un poco más de libertad para nuestro contacto, aunque yo siempre querría más de el.

Para cuando termino de hablar, seguía sintiendo sus caricias en mis brazos. Edward simplemente no tenia idea todavía de cuanto gozaba del momento, era dulce, era perfecto y era mío.
No respondí nada de manera inmediata, pero mis manos se deslizaron de ese refugio que tenía en su cuerpo a su abdomen, me di el lujo de dejar pasar mis manos por su perfectamente esculpido dorso y sonreí mientras lo hacía disfrutando hacerlo -entonces creo que no deberías soportarlo más- le dije mientras poco a poco me deslizaba hacia arriba, pasando por su cuello y garganta, aún sentada en su regazo. Mis manos viajaban ya en la misma dirección en búsqueda de sus hombros y cuello y mis labios intentaban tener vida propia y besar al amor de mi vida. Subieron por sus mejillas, llegando al lóbulo de su oído, disfrutando de cada tacto frío y suave -déjame a mi ser quien lleve la responsabilidad de establecer cuando es suficiente.. por favor- le rogué en un tono bajo, mi respiración comenzaba a incrementar su frecuencia y mi suplicaba a ser acompasada por mis caricias a su cuello, donde mis dedos se debatían en si querían hacerse de sus cabellos o viajar a través de su cuerpo.

ellos decidieron lo segundo.

Viajaban en su pecho tratando de encontrar el mayor contacto posible con su piel desnuda, intentando desaparecer su camisa y tenderlo en mi cama, con toda la pasión que sentía, aunque esto no representaba el poder moverle un solo milímetro.

-te eh pertenecido desde hace demasiado tiempo... Edward, soy toda tuya- le confesé al momento de buscar sus labios... había que contarle, pero seguramente el ya lo sabia todo y yo no pretendía desperdiciar un solo instante con el.

explore a cabalidad el sabor se sus labios y su perfecta y fría textura, saboree su aliento adictivo y delinee con la punta de mi lengua el inicio y el fin de el origen de sus labios.. y en cuanto a mi cuerpo... este prácticamente yacía amoldado a mi prometido.

A veces sucedía así, hacía más de lo que hablaba, pero, los silencios con Edward nunca eran silencios, si no momentos donde a mi me ardía la piel teniendo como música de fondo el sonido de roces de nuestras pieles y suspiros sentidos.
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Mensaje por Edward Cullen Miér Jul 07, 2010 3:00 am

Suspiré dejandome llevar por las caricias de Bella.

-Qué.... qué traviesa me resultó mi novia -Dije pausadamente disfrutando de sus besos suaves pero al mismo tiempo intensos. Le correspondí pasando mis manos por su espalda, recorriendola de arriba a abajo. Apretandola delicadamente contra mí. Sus caricias se volvieron más urgentes al igual que sus besos. Su respiración se aceleró, su corazón latió más rápido.

-Bel.... no- Repliqué inutilmente, intentando parar esto. Pero ¿a quién engañaba? la deseaba. Anhelaba amarnos en cuerpo y alma tanto como ella. Por un momento me guíe por mi deseo y casi devore su boca. Sus labios eran mi perdición, los lamí un poco antes de bajar a su mentón para besarlo, luego su cuello. Mis manos se acomodaron en su cintura. Volví a su boca, jamás paré de besarla. Una de mis manos fue hasta su pierna para acariciarla y acomodarla sobre la mía. Bella comenzaba a agitarse en mis brazos.

-Bella -Hablé entrecortadamente separandome un poco. - No está bien..... tenemos que parar.-Dije con voz ronca tratando de volver a la realidad.

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Mensaje por Isabella Cullen Jue Jul 08, 2010 3:52 am

Era adictivo, y yo era una adicta declarada, sin posibilidad de redención.

Dejándome llevar por mi cuerpo que se rendía ante el con peligrosa facilidad, sentí como Edward intentaba parar, cerré los ojos creyendo en que mi cuenta regresiva llegaba a su momento cúspide y que Edward, decidiría que ya había sido suficiente de arriesgar mi vida por esa noche.

Pero eso no ocurrió, si no que Edward había intensificado sus besos y caricias, haciéndome temblar, temblar de ansiedad, de deseo y expectación. Mi corazón saldría disparado en cualquier momento y cuando sus besos se dirigieron a mi cuello tome aire profundamente por la boca, para después expulsarlo con un sonido muy parecido al placer.. cuando su mano viajo por mi pierna y la acomodo sobre el, realmente crei que tal vez había ganado, que esta vez Edward dejaría cualquier mito y temor de estar a mi lado. Sin embargo fue una victoria efímera.

El se alejo de mi y pronuncio las palabras que hacía tiempo ya venía escuchando. cerré los ojos mientras con mis manos abrazaba su cuello y descansaba mi frente en la suya. Dolía.

dolía tener que reprimirse tanto, tener que contenerme y no mostrarle cuanto le amaba, no demostrárselo de todas las maneras posibles, soportar como mi respiración se iba y venía, como mi corazón latía y mi cuerpo se estremecía ante el y el por su parte tenía que contenerse... en momentos como ese estaba segura que yo era a quien más le costaba, la única que podría morir por ello.

-esto es lo natural Edward, yo.... sabes que te amo tanto-
le dije con mi voz entre cortada, realmente no quería que parásemos pero estaba segura el no daría ni un paso atrás.

Bese sus labios otra vez, ahora con menos intensidad, pero si lo suficiente para que al menos supiera que lo decía enserio.

Nada paso después de eso. llene mis pulmones con su aroma un par de veces y, cuando estuve preparada abandone su cuello y sin más, abandone su regazo y me deje caer sobre la cama, frustrada, con el corazón en la boca y el mar de hormonas desbocado, intentando no sufrir una combustión espontánea...

-Cuantos días faltan entonces para el gran día?-
le pregunte mientras seguía en mi intento. concentrándome en la boda y que cada día faltaba menos y también... imaginando como había sido la vida, si yo hubiese nacido en la misma época que mi prometido... estaba segura, las cosas pudieran ser diferentes en tal caso, pero lo hubiese deseado igual que ahora, con esa misma pasión.
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Mensaje por Edward Cullen Jue Jul 15, 2010 12:57 am

Tomé la fuerza suficiente y finalmente me detuve. Bella estaba frustrada, podía notarlo. A mí también me había costado detenerme. Sin embargo uno de los dos tenía que hacerlo.

-Yo también te amo… te deseo- Admití sintiendo su respiración un poco alterada y correspondiendo su beso y no hice nada más. Ella se separó de mí y se recostó en la cama. Lo sabía, estaba decepcionada, me molestaba verla así, quería darle todo lo que ella quería.

– Bella, mi amor déjame hacerlo como corresponde – Le pedí contemplándola mientras acariciaba su cabello. – Quiero hacerte mi esposa primero… luego ya vendrá todo lo demás-Agregué con una sonrisa. Al escuchar su pregunta no pude evitar reírme. Ella no perdía la esperanza, estaba ansiosa porque todo ocurriera rápido.

-Cuánto te amo mi Bella…. mi Bella hormonal –Susurré. Aparté el cabello que cubría su mejilla y la besé tiernamente.
-Faltan exactamente 2 semanas para que por fin pueda llamarte mi Sra. Cullen –Dije orgulloso y contento al mismo tiempo que me acostaba a su lado. La miré a los ojos sonriendo.

-Sé que para ti el matrimonio no es un asunto que te entusiasme, no tienes confianza en el, pero te prometo que haré que el nuestro sea maravilloso, juntos lo haremos. –Acorté la distancia entre nuestros rostros y deposité un beso en su nariz.

-Casi un siglo para poder encontrarte mi dulce amor, no voy a dejarte ir tan fácilmente –Le hice un guiño, suavemente tomé su mentón y le di un beso en los labios.

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Mensaje por Isabella Cullen Vie Jul 16, 2010 7:31 pm

Necesitaba respirar.... concentrarme en calmar mi corazón traidor que le indicaba a Edward todo el tiempo cuanto lograba provocar en mi de manera física. sus palabras dulces siempre me embriagaban, aunque en esta ocasión lo que había que tener siempre de vista era sin lugar a dudas su necesidad por hacer bien las cosas.

Era claro que yo no pensaba así, pero estaba hecho, me casaría con el y había comenzado a acostumbrarme a la idea de que Alice podría extralimitarse, como siempre.

Su cercanía me jugaba una buena apuesta en mi intento de no sobresaltarme más, la delicadeza en que acomodaba mis cabellos, bueno, me hizo cerrar los ojos de forma automática y suspirar profundamente... sus motivos los conocía bien, pero el conocer no era igual a entender.

El sonrió, el eco de su vos y sonrisa era algo que haría temblar de emoción a las mismas piedras, pero de igual forma me hizo sacar el aire, verle directamente y sonreírle en reciprocidad, mientras le besaba

mis manos a acariciaban su rostro aunque esta vez me limitaría -hormonal?- le pregunte -mis hormonas no tienen control sobre si mismas, así que simplemente reaccionan a tu cercanía; no las culpo en absoluto, son unas conocedoras en la materia... y tienen buen gusto- En ese momento, aparte de la urgencia que presentaba en poder tocar a Edward sin tapujos, me sentía realmente feliz, mimada... en casa. Edward era mi hogar, el lugar y la persona a quien le pertenecía y en ese momento nada más hacia falta... más que la bendición de un sacerdote, según su punto de vista.

me acerque más a su cuerpo, el medianamente sobre mi y le bese una vez más, de forma casta y llena de ternura, jamás me cansaría de ver a sus ojos -de todas formas no pretendo huir a ninguna parte, a menos que tu estés dentro del plan... y mucho menos deseo separarme de ti, así que nuestro matrimonio funcionara- estaba claro.. lo haríamos y dentro de mi sabía que era lo correcto y que todo marcharía bien, aunque no se lo reconociera.

levantándome un poco intente de que el también se recostara, junto a mi, la cama al menos seguía siendo lo suficientemente amplia para los dos, cuando lo logre esta vez me levante ligeramente y de lado apoyándome en mi brazo derecho para verle, sonreí con amor y comencé a dibujar con mis dedos sus facciones en medio de caricias -la señora Cullen, sabes?... esto es un secreto pero amare serlo- sonreí aún más ante mi tonta y cursi confesión y bese su mandíbula.. amaba hacer eso y le susurre -aunque ya te pertenezca mi amor, eternidad es un excelente concepto, si hemos de estar juntos-

Volví a besarle para después recostarme y ver sus ojos, mi manos encontraban las suyas y dibujaban en ellas pequeños círculos de caricias y pensé en voz alta -así debe de ser, estoy segura que aun en tu época, siendo humano yo debería haber nacido para que estemos juntos...- que era eso?.. seguramente la película que recién había visto antes de que Edward llegase.
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Mensaje por Edward Cullen Jue Jul 22, 2010 2:31 am

Mantuve una sonrisa enorme mientras la escuchaba hablar. Algunas cosas de las que decía me hicieron reír, por ejemplo el tema de sus hormonas. Hizo una breve pausa y noté que se acercaba para poder besarme de nuevo, yo con suavidad le correspondí. Sus siguientes palabras me pusieron feliz, me llenaron de optimismo.

–Por supuesto que así será, ya lo verás. Daré todo de mí para que siempre estés contenta teniéndome como esposo– Prometí mirándola a los ojos. -Gracias por confiar mi amor– Nos acomodamos los dos, quedando uno frente al otro. Y cuando habló de lo eterno, mi sonrisa se perdió por un momento.

-Eternidad– Dije en voz baja que apenas se escucho. Esa palabra me recordaba aquel asunto que me ponía mal. El deseo intenso de Bella por convertirse en un ser inmortal. Sabía por experiencia todo lo que implicaba por eso mismo no quería esto para ella, pero también estaba mi lado egoísta, el que me hacía anhelar tenerla conmigo por siempre. Bajé la mirada tratando de eliminar ese asunto de mi mente. No quería arruinar nuestro momento. Ya llegaría la hora para preocuparse. Sus besos terminaron borrando todo.

-Estoy seguro que sí –Reafirmé con seguridad lo que ella acaba de decir. Enmarqué su rostro con mis manos y pegué mí frente a la suya.
-Sin titubear te juro que si hubieras existido hace 109 años, cuando yo aún era un hombre común y corriente, me hubiera asegurado de cortejarte hasta lograr que te enamoraras de mí y aceptaras casarte conmigo. Te hubiera amado con todas mis fuerzas como lo estoy haciendo ahora, con toda mi alma porque aún en ese tiempo la tenía- Murmuré con pesar.

–Aún no logro descifrar qué, pero algo bueno habré hecho en mi vida como humano porque estás aquí a mi lado, amándome– Cambié mi semblante y besé su frente.
–Llegaste volcando mi mundo, hiciste que me olvidara de las reglas, sabía que era prohibido y aún así deseaba tu compañía y cuando a pesar de tener la certeza de que era peligroso no pude ya separarme de ti, me di cuenta entonces que eras mi destino, la mujer de mi vida- Pasé mi mano por su nuca y hundiendo mis dedos en su cabello probé su boca.
–Te amo Isabella Swan, te amo como nunca imaginé que podría llegar a amar–La besé una vez más y luego la estreché contra mí.

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Mensaje por Isabella Cullen Vie Jul 23, 2010 5:52 pm

Y eso era todo, jamás podría resistirme a Edward, perfecto en todos los aspectos e increíblemente amándome, no entendía bien el como, simplemente no habría forma de comparar lo que el era y representaba y lo que era yo. El era perfecto, en cada acción y cada movimiento, cada palabra.. era un hombre en toda la extensión de la palabra, entregándose a la que el denominaba la mujer de su vida y que por algún milagro yo era esa mujer, esa afortunada mujer que era la dueña de su corazón, aunque mi corazón mi alma y mi ser le pertenecían por completo. Por mi parte era una humana, frágil y con una carencia casi total de conexiones adecuadas entre mi mente y mi cuerpo y según sus propias palabras, imán de la desgracia. Simplemente el universo no me alcanzaría para dejar las cosas balanceadas y poder brindarle a Edward lo que el merecía.

Si había notado algo de culpabilidad en sus semblante después de su promesa no pude debatirla en ese instante pues comenzaba a estar realmente absorta en sus besos y sus ultimas declaraciones eran del tipo de cosas que jamás olvidaría, cosas que siempre se quedarían en mi mente, en mi alma y en mi corazón. Correspondí a su beso de forma anhelante, y cuando me estrecho simplemente me deje hacer e involuntariamente mis piernas se entrelazaron a las suyas.

Solo dos semanas nos separaban del parte aguas, lo que sería el resto de nuestras existencias. Sentía mi rostro cada vez más caliente y adivinando un sonrojo seguro me refugie en su cuello, percibiendo su aroma a la vez que le besaba quedamente profesándole todo lo que podía dar intentando que de verdad se olvidara de cualquier cosa como el tema de su incomodidad al convertirme o el de su alma.

En mis besos trataba de reflejar cuanto le amaba mientras con mis manos me aferraba a su cintura y mis piernas se movían ligeramente, casi de forma autónoma, quería sanar todas sus heridas a punta de besos, de ser y estar, tal vez lo logrará, tal vez no, pero jamás dejaría de intentarlo.

-tienes alma- le musite aunque ese podía ser un tema de debate, volví entonces a besar aquel cuello frío y suave para ahora besarle la barbilla, subiendo y tratando de verle a los ojos, suspire y ligeramente negué con la cabeza antes de continuar –amo a tu precioso corazón, amo tu alma, me gustas cuando ríes, te adoro cuando callas, me vuelves loca y desde el inicio tienes un corazón más.. tienes el mío- un rápido movimiento de mi parte hizo que mis manos se deslizaran hasta entrelazarse con sus cabellos y acariciar su nuca mientras lo veía con una melancólica felicidad –me gustaría tener algo más que darte, no tengo mucho soy humana e imperfecta… sobre todo imperfecta, lo mejor que puedo darte es lo que soy, cada pensamiento, cada latido, cada suspiro- cerré los ojos y con un beso pacte eso. Realmente este para mi era el mejor juramento, mejor que aquel que se hacía ante los demás.
Suspire mientras sentía como mis mejillas volvían a encenderse y suspire mientras aun besándolo sonreía y le dije en un murmullo –desde hoy estoy unida a ti, considéralo nuestro matrimonio secreto y particular- la luna sería nuestro testigo de ello, pero… recordé una cosa y me separe de el, dolía hacerlo pero no abusaría de el, por más que lo deseara.

-y quien sabe, tal vez si nací en tu época, mi alma dicen es vieja, tal vez tuve que renacer para reencontrarte, eso sería lógico- sonreí un poco más ante la nueva idea y acaricie su barbilla mientras me acercaba solo un poco a el –que época más inconveniente para ser yo, no se como te podrías enamorar de una chica no demasiado delicada, imán de los accidentes, que no sabría andar en tacones.. y básicamente un desastre.. sería el terror de cualquier suegra, te lo aseguro-
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Mensaje por Edward Cullen Lun Ago 02, 2010 4:43 am

Sintiendo sus calidas manos en mi cabello y perdiendome en sus hermosos ojos le contesté.

-Mi amor, no necesito que me des más, tú misma eres todo lo que necesito. ¿Dices que eres imperfecta?
Pues te tengo noticias, tus imperfecciones te hacen perfecta para mí.-Nos besamos con cariño, con amor. Como siempre, el besarla me hacía viajar a un estado de felicidad infinita.
Una sonrisa curvó mis labios cuando la oí hablar de nuestro matrimonio secreto.

-Muy bien, entonces eso significa que ya eres mi preciosa y secreta Señora Cullen -Dije con un tono juguetón acariciando su espalda.

-Mmm.... no me gusta mucho la idea de que tal vez naciste en mi época y no te encontré, pero el pensar que volviste a nacer para mí, borra ese mal sabor. -Recargué mi cabeza en la suya y entrelacé mis dedos con los suyos mientras escuchaba su voz, esa voz que me tenía embaucado.

-Bella no importan las épocas, me daría lo mismo sí hubiera sido la prehistoria o la era medieval, lo único que me interesaría siempre, sería conocerte y amarte. Además mi lindo imán de accidentes, no es que me agrade mucho ese titulo, pero recuerdo que precisamente ese imán fue lo que me hizo descubrir que debía estar contigo protegiendote. Por otro lado nunca he sido partidario de una chica en tacones, me gusta más lo práctico y sencillo, por ejemplo tus tenis que te hacen lucir sexy y bonita. Y eso de las suegras no lo creo, Esme te adora y no dudo ni un poquito que mi madre también lo hubiera hecho. -La apreté contra mi de nuevo y luego alcé su mentón para mirarla.- Ahora supongamos que hubieras sido el terror de tu suegra, ¿sabes qué haría? en primer lugar no me importaría si ella no te aceptaba porque ya estarías aquí -Señalé donde alguna vez tuve un corazón latiendo.- Así que te llevaría lejos, donde pudieramos vivir tranquilos y felices. -Cerré los ojos y despacio besé su frente.

-Ahí lo tienes cielo mio, mi argumento -Agregué tocando despacio sus mejillas sonrojadas.
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Mensaje por Isabella Cullen Vie Ago 06, 2010 9:47 pm

sentir su beso en la frente fue lo ultimo de muchos eventos se sucedieron como en cadena dentro de mi, algunos felices, algunos melancólicos algunos divertidos y otros tantos incómodos, si se cuenta mi aversión por sentirme lo suficientemente impedida para cuidar de mi misma.
Pero su beso me hizo tomar aire profusamente y dejarlo salir lentamente, en un vaivén mejor, ya que normalmente siempre me acercaba a la hiperventilación cuando me tenía así.

-tome su mano sobre mis mejillas viéndolo a los ojos con la decisión de sonreír aunque no sabía bien si ese tipo de gesto fuera genuino en mi- Edward...- le dije antes de callar y cerrar los ojos, prefería seguir sintiendo su mano divina en mi rostro, iba a romper el encanto, y no quería pero al menos debía decírselo -Edward sabes que te amo, verdad?- le enuncie a manera de susurro, lo vi y como no sabía que sucedería le bese esta vez yo, lento y lleno de sentimiento mis reacciones hormonales podrían esperar, porque esto... esto era real.

Cuando finalmente me separe de sus labios, aun embragada de todas las sensaciones que el producía en mi coloque mi mano en su pecho, lo acaricia tiernamente y fue cuando comense a aclararle -Edward te amo tanto.. .tanto que bueno, sinceramente no me cabe en el cuerpo y es por eso, mi amor, que... bueno, Edward, no deseo que sacrifiques nada por mi, o para limitarte, acaso sabes cuanto me odio por parecer un lastre al que debes proteger?- hice una pausa para pasar saliva y refrescarme la garganta que comenzaba a presentar un nudo creciente baje un poco el rostro para agachar mi mirada y respirar un poco, porque sinceramente odie cada momento en el que la existencia de Edward se vio en peligro gracias a mi. Finalmente seguí debía aclarárselo que no malentendiera nada -quiero estar en tu vida, pero no para quitarte algo Edward, quiero estar en tu vida para completarla y dar todo lo que tengo, pues eso es lo que haces por mi... quiero que estés en mi vida, toda mi vida y mi existencia Edward, no importa el como-

Y entonces vi esos ojos tan maravillosos, totalmente electrizantes, que me hacían bajar a guardia, a veces pensaba que no había derecho de poseer tanto poder sobre mi, pero no quería evitarlo, simplemente lo amaba.

sonreí esta vez aun viendo esos preciosos ojos y dado que no sabía como reaccionaría preferí limitarme y no recargarme sobre el -si no fuera aceptada haría lo necesario para estar a la altura, aun cuando te gusten mis tenis; y si después de esto quieres seguir siendo mi marido seré más que tu esposa, porque.. Edward, para mi eres más que mi esposo- determine. Para sellar eso deslice mi mano que se encontraba en su pecho hacia abajo sintiendo cada musculo esculpido y perfecto para desviar el rumbo de la caricia y tomar su mano, llevarla hacia mis labios y deslizarlos en medio de besos, como según había leído era un juramento antiguo
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una noche, una vida Empty Re: una noche, una vida

Mensaje por Edward Cullen Sáb Ago 14, 2010 10:12 pm

Mientras ella hablaba, la expresión de mi rostro cambió varias veces, primero curiosidad, luego confusión y al final felicidad. Esperé a que terminara de decirme todo lo que sentía y entonces respondí con tranquilidad.

-Yo también quiero estar en tu vida Bella y que tú estés en la mía... siempre.-
Lo último sonó a promesa. Nos miramos a los ojos por no sé cuánto tiempo. Todo lo que nos rodeaba se borraba, sólo podía verla a ella.

-No existen tales alturas en mi mundo, mi amor. Por favor quita eso de tu mente -Sonreí sin dejar de mirarla.
-¿Que si aún deseo ser tu esposo, después de qué Bella? ¿Después de descubrir que eres mi mujer perfecta? ¿A eso te refieres? -Pregunté riendo con gesto inocente.

-Adivina mi respuesta -Me permití disfrutar de sus dulces besos en mi mano y enseguida la tomé entre mis brazos otra vez, con cuidado la acosté y me coloqué encima de ella, apoyandome con las palmas en la cama, cada una al lado de sus hombros. La miré con intensidad por unos segundos que parecieron eternos. Con lentitud fui acercando mi boca a la suya, besé la comisura derecha de sus labios y luego la izquierda, saboreando su aliento calido. Finalmente me perdí completamente acariciando su boca en un beso profundo y largo. Sin embargo tuve que tomar la fuerza suficiente para culminarlo porque sabía que sino lo hacía ahora, después sería mucho más difícil hacerlo.

-Entonces -Dije apartandole un mechón de su rostro con un leve soplido.- ¿Te ha quedada clara mi respuesta ó aún no? -Me incliné hacia ella y froté mi nariz contra la suya, esperando que contestara.
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una noche, una vida Empty Re: una noche, una vida

Mensaje por Isabella Cullen Miér Ago 18, 2010 9:30 am

La respuesta que obtuve me mantuvo inconsciente embriagada, Solo estaba Edward y nada más, no existía universo ni existía nada excepto el sobre mi, brindándome su cercanía sus besos cada uno destinado para demoler cualquier duda y lo hacía demasiado bien.
un beso en una de mis comisuras, luego en la otra, parecía que Edward se divertía haciéndome olvidar respirar ante la expectativa, mis labios temblaron ante un ramalazo de deseo, cuando finalmente concreto el beso fue como siempre y como nunca, sentí su pasión, mi pasión también se despertó, le correspondí cada toque y cada intención de forma automática. el que mi cuerpo reaccionara a sus besos era lo mejor de todo, al menos en cuanto a mi físico, no se equivocaba referente a mi amor por Edward.
Arquee mi espalda, quería sentirlo más cerca mientras me hacía de el, acariciando su cuello, olvidando respirar, pero el respirar no estaba ni por asomo en mi lista de prioridades. y entonces... el dio por terminado nuestro beso.

con los ojos cerrados extrañe las caricias de sus labios duros fríos pero expertos en hacerme enloquecer. No podía decir palabra alguna, me faltaba el aire y me sentía mareada, pero era la manera más dulce de estarlo, no me quejaría, jamás lo haría. Tarde en responder en parte porque tampoco tenía la concentración suficiente para hacerlo. Sabía que había dicho algo de que si me había quedado clara su respuesta y quise dar una respuesta original, mantenerlo interesado, pero... nada ingenioso llego a mi cerebro, mucho menos a mis labios… estaba aletargada por completo.

-no- musite mientras el frotaba su nariz con la mía. Su cercanía sin lugar a dudas no era de ninguna ayuda para mi concentración -por Dios Edward, casémonos ya- musite tan bajo que no sería audible para un humano, esperaba que con Edward por algún milagro no lo escuchara. Nadie lo creería, siempre me había mostrado no tan cómoda como el en el aspecto del matrimonio pero en ese instante no deseaba nada más que unirme a el en todas las maneras posibles y de que nuestros besos y muestras de cariño no se vieran coartados. Sentí calor en mis mejillas y me avergoncé de mi misma, pero mis manos seguían aferradas en su cuello y espere a que la oscuridad de la noche lograra no hacer evidente lo que yo ya sabía: estaba ruborizada en una mezcla de vergüenza y amor. Lo acaricie ligeramente y trate de enmendar mi falta de control verbal -no me quedo claro en realidad, nunca eh sido buena para las adivinanzas- me excuse mientras daba ligeros besos en sus labios acariciando, trayendo hacía mi; sonreí ligeramente su tacto pues este me volvía a dar cordura y rumbo, ilógico pero cierto -tal vez necesite una segunda explicación- le dije a forma de broma pero le añadí -solo se que te amo que te pertenezco entera y que esta es mi forma de amar Edward, no conozco otra y creo que no quiero conocer más; te amo con mi corazón, con mi cuerpo y con mi alma-

Como lo hice?, no tuve idea en realidad, pero su cuerpo estaba ahora más cercano a mi y mis manos viajaban por su espalda, como peregrinas deshaciéndome de su camisa en medio de mis labios acariciando los suyos, amoldándose en los suyos y envolviéndolos con mi respiración agitada y un calor que rayaba en frenesi -esto va a fallar, siempre falla, pero es irremediable- me día una vocecilla en mi cabeza, creí era mi cordura, en sus últimos momentos de vida, le pediría disculpas después pero en el momento gozaría de mi pequeña y efímera victoria.

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una noche, una vida Empty Re: una noche, una vida

Mensaje por Edward Cullen Sáb Ago 21, 2010 3:44 am

Me dio risa su enorme entusiasmo por casarse pronto, pero el modo en que lo dijo, tan bajo y el sonrojamiento de sus mejillas me dejaron claro que estaba avergonzada por haber dicho aquello.
Para reconfortarla, me acerqué a ella, frotando mi mejilla con la suya.

-Me gusta tanto tu manera de amarme. Puedo sentir cómo me regalas todo tu cariño, así como yo te doy el mío. -Susurré contra sus labios, mientras ella me besaba y continuaba hablando. Seguí escuchandola, acariciando su sien con mis nudillos.
Después no sé qué pasó, volvimos a perdernos en besos intensos. Mi camisa comenzó a descender, mi piel se arropo con las manos tibias de Bella. Noté sus latidos acelerados, sus respiraciones entrecortadas. No, esto tenía que parar. Mi cuerpo se estaba negando, pero mi cerebro me estaba recriminando.

-Amor no.... -Murmuré separandome lentamente. Para no parecer brusco, le di un beso en la frente y me incorporé, sentandome a su lado.

-Yo creo que lo de la segunda explicación será para mañana -Comenté echando una mirada al reloj.

-Es tarde, tienes que descansar para rendir en la escuela. -Sonreí haciendole un guiño. La cargué con cuidado, acomodandola en su posición favorita para dormir. Recargando su cabeza en mi pecho. Abrazada a mi torso. Tenía que confesar que también a mí me me gustaba tenerla así.

-Duerme, mi hermoso cielo. Te amo -Susurré acariciando su cabello. Jalé la colcha y la cubrí con ella.
-Nos veremos en unas horas- Finalicé y en menos de 10 minutos, su respiración se tranquilizó, entró en un sueño profundo y con ello comenzó mi pasatiempo preferido. Verla dormir. Jamás me cansaría de contemplarla. Mi ángel, mi bello y frágil ángel.
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una noche, una vida Empty Re: una noche, una vida

Mensaje por Isabella Cullen Vie Ago 27, 2010 7:46 pm

no pude evitar suspirar profundamente al saber que Edward estaba dando por terminado tanto aquel beso como aquella noche ¿en serio no sabía cuanto dolía perderme de sus caricias?... al parecer no, debería explicárselo y ser insistente en ello, es más, debía ser puntual, bastante puntual.

-escuela... el curso de preparación para la universidad no se quejará si fallo una vez Edward, tu mismo lo dijiste, "a veces, saltarse de clases es saludable"- era mi mejor excusa y sabía que mi mejor escusa no era suficiente para vencer todo su auto control.

De todas formas el se desharía de cualquier agarre mío, sin importar cuan fuertemente me aferrara a el. No puse resistencia... simplemente era inevitable, pero a cambio, como si fuera un premio de consolación (uno bastante bueno, tenía que añadir) me cargo y me dejo acomodarme para dormir de la manera más exquisita que alguien habría soñado alguna vez, apoyando mi cabeza en su torso, era tan cómodo, tan fácil perderme en sus palabras y en su cuerpo que no tuve más ánimos para responder... de cualquier forma solo faltaban dos semanas para que no hubiese un impedimento que nos detuviera, aunque la imagen mental daba como punto de salida el que yo estaba perdiendo la cabeza y tal vez un poco de moral al seguir pensando en ello.

-te amo Edward- bese de forma casta la piel de su torso y volví a acomodarme en el -solo asegúrate de no escuchar nada de lo que pudiera avergonzarme- dije ya entre sueños, no sabía que soñaría pero últimamente mis sueños versaban solo en dos cosas, un bebe y Edward.. yo solo prefería soñar con el, Con el ser que se había robado mi corazón
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