Looking in the sky [Libre]

Hace unos pocos días había terminado la escuela y por fín salía a vacaciones, ¿deseable o aborrecible? Descansaría, sí, pero ya no sabia si era mejor mantenerme ocupada todos los días de la semana o no tener nada que hacer, así que para balancear un poco las cosas decidí ir a Port Angeles.
Salí de aquella habitación de hotel en Forks en la que aún seguía hospedada, subí al auto que mis padres me habían regalado ya hace tanto tiempo y conduje por la carretera, con un poco más de velocidad de la necesaria y tarareando alguna canción que sonaba en ese momento. -Lonely, only, nobody ever shut it down like you, you wore the crown, you make my body feel heaven-bound... why don’t you hold me, need me...-
Luego de algún tiempo comencé a conducir por las calles de Port Angeles. Primera parada, la librería, pues si no conseguía buscar algo qué hacer en vacaciones, por lo menos prefería tener alguno que otro libro para leer en el hotel.

Detuve el auto y apagué el radio, tome mi bolso y luego quité las llaves del contacto. Me bajé y ajusté la puerta detrás mío, caminando a paso normal y subiendo las pequeñas escaleras que me separaban de la librería. Sonreí amablemente al vendedor y comencé a pasarme por entre las estanterías buscando algo que llamara mi atención.
Algunos minutos después de haber pagado el alquiler de los libros, caminé en dirección a la salida. Había preferido alquilarlos en vez de comprarlos, ya que así tendría algo que hacer cuando los terminara. Caminé de nuevo hasta el auto y abrí la puerta de los asientos traseros dejando los libros ahí, la ajusté y luego abrí la del piloto. Antes de subir miré hacia todos los lados, comenzaba a sentir una extraña sensación.

Cuando voltée a mirar a uno de los lados ví la sombra de alguien acercándose y con la mano en el aire. Estreché un poco mis ojos para pdoer ver mejor de lejos, y fue entonces cuando lo reconocí. Solté el aire de golpe por la sorpresa y me recuperé rápidadmente para cuando estuvo cerca.
-Yo.... sí.. vaya, que sorpresa.. no esperaba encontrarme contigo por estos lugares- Le dije aún sorprendida.

Sentía como si estuviera estancada al piso, congelada sin poder moverme. Seth comenzó a hablar rápido y con los nervios que se notaban, se giró y comenzó a caminar hacia la libreria. Entonces reaccioné.
-Espera, Seth.. no te vayas- Lo miré. -Me.. refiero a que no me incomodas, es sólo que.. sigo sorprendida- No quería que se sintiera incómodo y mucho menos que se sintiera mal, así que decidí cambiar de tema. -¿Qué libro necesitas?-

Esquivé un poco su mirada y volteé a ver los libros que acababa de guardar en el asiento trasero del auto.
-Nada muy importante en realidad, sólo algo para entretenerme un poco cuando esté en el hotel... esque bueno, ya salí a vacaciones- Volví mi mirada a la suya y le sonreí de lado.
-Si... si quieres puedes ir por tu libro... y podría acercarte a algun lugar cuando salgas- Le dije dudando.

Suspiré un poco y asentí con la cabeza, tomando su mano tímidamente y dudando de lo que hacía.
-Sí... tienes razón... tiempo.. entonces tu libro primero- Le dije mientras caminabamos a la libreria y entraba de nuevo, sintiendo la mirada de confusión del vendedor.
-Te espero aquí mientras lo buscas- Le dije acomodándome en una sillita que había cerca de la caja para pagar y jugaba con una pulsera que traía puesta entre mis manos.

Lo escuché pagar el libro que llevaría y entonces levanté mi vista, acomodando de nuevo la manilla en mi brazo me levanté de la silla y jugué un poco con mis manos.
-Pues, en realidad el tiempo no es problema.. salí a vacaciones y no tengo nada que hacer- Sonreí de lado. -Y bueno, te diría que preferiría caminar... pero no puedo dejar mi auto botado- Le recordé señalando el auto por la ventana de la libreria.

No pude evitar sonreír un poco cuando sentí un deja-vú al pasarle las llaves del auto a Seth, recordando la primera vez en que se lo presté y aprendía a conducir.
-Una cafe me parece un buen lugar... creo que hay un Starbucks cerca y es 24 horas... por si ésto llegara a tardar- Le dije haciendo un poco de memoria recordando el camino.
-Si... eso lo sé... entonces ¿conduces?- Le pregunté mientras caminaba hacia el lado del co-piloto.

Asentí con mi cabeza y me quedé pensando unos momentos donde era bien la dirección. -¿Conoces el Starbucks que queda cerca de aquí? ... Creo que debes voltear por la próxima cuadra a la derecha Le dije indicandole el camino. Fue entonces cuando se hizo un silencio incómodo en el auto, miré por la venta y me removí algo inquieta.
-Y... ¿Qué.. has hecho estos días?- Le pregunté tratando de romper aquel silencio.

Lo escuché atentamente a pesar de mantener mi vista fija en las calles por donde ibamos pasando. Le señalé hacia donde girar cuando llegamos dos cuadras más lejos y casi al final de la calle se podía ver el Starbucks, gracias a aquel movimiento había logrado disimular perfectamente el momento en que había hecho una ligera mueca que pasaría imperceptible para todos. Además, ¿Porqué inquietarme? Después de todo para eso era que ibamos al café.
-En realidad he estado muy concentrada en la escuela, y sí, absorbe todo el tiempo que estoy fuera, estoy practicando mucho para poder participar en un concurso que viene en unos meses y creo que nada más, estoy dedicando todo mi tiempo al concurso-

Lo miré un poco confundida mientras abría la puerta del auto. -No espero que te disculpes, ni nada de eso porque no hay porqué hacerlo- Me bajé del auto con su ayuda mientras caminábamos hacia el café, abrí la puerta y un mesero nos atendió buscando una mesa, ubicándonos cerca de una de las ventanas donde podía ver perfectamente el auto. Nos pasó dos menús y yo lo miré rápidamente. -Quisiera un cafe latte de vainilla por favor- Le dije para luego voltear a mirar a Seth, esperando que ordenara algo

Sentí su cálida mano tomar la mía mientras yo veía por la ventana y esperaba que el mesero trajera el pedido. -Lo sé Seth y yo también... pero hay una diferencia con la historia de Sam y tu hermana- Le dije recordando que alguna vez alguien me había contado la historia, ahora entendía muchas cosas que antes no. -La diferencia es que yo si sabía lo que podía ocurrir, tu hermana no, y aún así no me omportó, sólo pensaba en el momento- Suspiré bajo y volví a mirarlo. -Claro que sí, eso puede ser así... pero no puedo mentirte, necesito un poco de tiempo para poder volver a poner en orden las cosas-

Estaba escuchando atenta lo que me decía, y luego llegué casi a sorprendreme porque igual que él yo me hacía la misma pregunta, porqué tenía que seguir así cuando tenía más oportunidades? Todos los demás suponen que es muy fácil, y en realidad lo es cuando tienes a alguien más, ví que dejó el cambio sobre la mesa y caminó hacia la salida. ¿Porqué no hacía nada para detenerlo? Entonces recordé el día en que prometí que no correría detrás de alguien por algo que ya no me correspondía, suspiré y terminé de tomar mi cafe late. Llamé al mesero y dejé pagué la cuenta mientras salía del café y subía al auto. Sin saber muy bien cómo conduje unas cuantas calles más hasta que detuve el auto cerca de una tienda, conteniendome aún más de lo que podía mientras mandaba un mensaje.