¿Entrega o despedida?

Si aún fuese humana..., si aún pudiera volver a sentir como antes y hubiese vivido encerrada para este momento..., seguramente estaría llorando por lo que pasaba.
Cerre los ojos dejando que sus caricias tomaran poseción de mi mente, que nos olvidaramos del muedo de afuera, además siempre haciamos lo mismo...

Era un ciclo que no acababa, nos peleabamos casi a muerte, nos deciamos mil cosas que nos herian y al final sabíamos que una pequeña parte de nosotros estaría presente de manera conjunta. Era un aroma prohibido, y sabía que después de que me casara ya no podría volver a tenerlo así..., ahora los papeles se invertian él me despedia como yo años atrás lo había hecho para que fuera "feliz" con aquella que solo dejo escapar la oportunidad que yo les di para que estuvieran juntos...

Mis labios se posaron sobre su cuello dando pequeños besos y uno que otro mordisco sobre el. Deje salir mi tibio aliento y no pude evitar el inahlar su delicioso y dulce aroma.
-Solo dejame hacerte feliz como tu lo hiciste hace tanto tiempo- De hecho solo habian pasado unos cuantos años unos 3 o incluso podian ser 4 per para mi y mi cuerpo era casi una eternidad, una sin ella.
Sin esa mujer que me torturaba tanto, queria que fuera mia solo por una noche, solo eso le pedia, no queria ecsuchar nada mas.

Solté un leve suspiro cuando sus labios tocaron mi piel y con las pequeñas mordidas que este le daba a mi cuello. Su aroma era embriagador, todo en él me recordaba a mi humanidad y a la paz que atesoraba de ese tiempo, el mar llego a mi mente, los juegos, mi vida pasada... tantas añoranzas y tan poco tiempo para disfrutar.

Asentí ligeramente ante sus palabras, solo era esta vez, solo era cumplir reciprocramente con un capitulo anterior, mis manos empezaron a recorrerle la piel bajo esa playera que le marcaba el cuerpo pero que no le hacía tener la misma sensación que el tocarle la piel.

Estaba cansado de no poder hacer nada mas, me engañaba solo paa tratar de llevar una fantasia a la realidad me dolia el recordar meses atras cuando en Groelandia se habia burlado de mi jamas lo superaria. Tenia sentimientos al igual que ella, sentia y podia llevar mis emociones hasta el limite, ella siempre hacia daño cuantas veces quisiera. Yo no podia hacerle lo mismo, no era mi intencion el lastimarle.
-No se que mas decirte- Exhale dejandome llevar por el momento. Mis manos recorrian sus hombros y brazos, trataba de encontrar la forma de dejarme llevar por algo mas pero sentia que algo dentro de mi no estaba bien.
-Sabes quien soy cierto?- No pude evitar preguntar, no me sentia seguro de esto.

Tome su rostro entre mis manos y asentí -Si, si se quien eres. ¿Por que lo preguntas? ¿Quiéres que te de una reseña de todo lo que se de ti? - Pregunte al ver que dudaba de esto.
Bueno, era normal, la última vez..., no era grata de recordarla, no había pasado nada, apenas reaccionaba de un sueño y no pudé serle sincera. sin embargo en este momento..., ya no sabía si quería venganza, ambos sabíamos que no iba a ser contra Keith...

- Keith Fenton, eterno enamorado de mi madre, mi cuidador cuando era una loca humana medio indefensa, te conocí en el lago cerca de la posada. Huí de tu lado por que me ibas a comer aunque algo te detuvo de hacerlo. Te hice mío en Inglaterra antes de dejarte ir con una chica de la cual no sé que paso. Y que sinceramente..., creo que desperdicio algo que yo tampoco puedo poseer. - un nudo en mi garganta se formo al recordar todo esto. - Pareciera que siempre queremos regresar a un sueño que nunca nos quizo juntos... ¿Por qué hacemos esto?-

Mire el semblante de Liraly no tenia idea de que hacer como reaccionar ante sus acciones y palabras, aun estaba muy dañado y por 1era vez en toda mi maldita existecia pensaba mejor las cosas antes de que cualquier impulso fuera a perjudicarme.
-Ahmm... Solo que Liry no se por que haces esto. A quien tratas de verle la cara? No me amas, por que lo haces?!-Exclame sin dejarla de ver una parte de mi se sentia aun mas herida que mi propia mente, esa parte de mi que habia sido humillada en nuestro ultimo encuentro y que no queria sentise de lo peor.
-Solo dime por que lo haces? Solo eso dimelo-Exhale con voz mas apagada, agache la mirada para no escuchar una respuesta que fuera a hacer de esta herida algo mas grande.

Deje que mi cuerpo se relajara sobre el piso y deladee la cabeza a un costado. Él tenía razón ¿Que tramaba? No lo sabía, en realidad no sabía muchas cosas desde que mi mente había perdido el control y ahora... ya no entendia que era lo que quería.

Cerre los ojos fuertemente antes de volver a girar mi mirada hacía él. Tome su rostro entre mis manos y lo observe fijamente. - Ve mis ojos, recuerdas cuando eran color miel? Recuerdas la primera vez que te vi? La primera vez que me salvaste de matarme, la primera vez..., la primera vez que estuve entre tus brazos sin nada que nos impidiera ser felices? Lo recuerdas? Si no, prometo dejarte de molestar e irme en este instante, si olvidaste toda la paz, la felicidad y el disfrute que tuvimos durante lo que fue nuestro, dejame levantarme y dejar de confundirte. Mirarte es hacer tres cosas, odiarte por la verdad que de tu boca resuena, quererte por ser el amigo que me ayuda, el padre que me proteje o amarte por el tiempo pasado que injusto nunca nos quizo juntos y solo nos pone más heridas cada vez que llegamos a este momento... -

-Liraly me haces un favor?-Murmure con voz baja y apagada, termine levantando la mirada sonriendole. Tome su mano llevandola a mi pecho donde se supone deberia estar latiendo mi corazon.
-Haz que Lauren se retuerza del dolor por haberme dejado este dolor sobre el pecho que yo hare que ese imbecil sufra al dejar a una hermosa mujer como tu!-Exclame sonriendo divertido y lujurioso. No soportaba mas controlar mis bajos impulsos, ese lado que tenia tiempo sin ser activado salia a relucir. Alce mis brazos para desprenderme de mi playera, estaba ansioso y el pensar en que le haria daño a 2 personas que lo merecian solo provocaba exitarme mas.

El inicio de sus palabras tomaron por sorpresa mi cuerpo, de nuevo regresaba a ser el hombre que en algún tiempo imagine que sería. – oh Keith – murmure no dejando ver el pesar que dejaba en mi sus palabras. – Ella no quiso que fueras mío y yo te are olvidar por que en lo más profundo de tu ser sabes que me perteneces a mi, de alguna u otra forma, aunque lo queramos enterrar - susurre de forma dulce mientras lo veía quitarse la camisa.
Que demonios estábamos haciendo? No lo sabía y no me importaba, sus palabras retumbaban en mi mente y la verdad destrozaba el poco corazón que me quedaba, además, aún no estábamos casados, mejor pensar las cosas antes de que lo inevitable llegase y el arrepentimiento hondara en mi mente.
Me acerque a él besándole suavemente el rostro, acariciándole el perfecto torso y dejando mis pensamientos de lado, muy en el fondo nuestro camino debió de haber estado unido, pero jamás fue de esa forma… y ahora pronto yo sería de otro...

Tome a Liraly rodeandola por el cuello aferrandola mas a mi cuerpo, la besaba como nunca lo pude haber hecho. Estaba solo y sin compromisos, siempre debio ser asi y ahora mas en verdad podria disfrutar de esto. Correspondia a esos exquisitos labios con tanto fervor haciendole saber a Liraly lo que dejaria perder si caia en los brazos de ese imbecil, seguramente se estaria tirando a su hermanita el incestuoso, sonrei con malicia de solo pensar en la cara que pondria si llegaba tan siquiera a sentir lo que yo sentiria estando con Liraly. Esto no era algo personal entre el y yo, era algo personal en una mujer que tenia mi nombre marcado en toda su vida, nostros tuvimos que estar juntos pero por azares del destino nunca lo fue, ahora era libre de elegir el destino que mejor me convendria y ese era estar con ella disfrutando de esto.
-Te habia dado probadas un tanto amargas, ahora permiteme y permitete alimentarte con el fruto prohibido que tanto anhelabamos degustar-Murmure con voz seductora sobre su oido mordiendo su lobulo provocandola, este juego siempre habia sido divertido con una mujer como ella.

Me atraía más hacía el, eso era todo lo que necesitaba para que mis caricias fueran más frenéticas por todo su torso, por su espalda y por su cabello, fue, era y seguiría siendo mío, si yo así lo deseaba, si me quedaba a su lado – Degustar, disfrutar, añorar… - susurre seductoramente mientras mi lengua delineaba sus perfectos labios, y mis manos recorrían incesante su piel, quería marcarlo con mi aroma, quería que mis manos le tatuaran mi nombre con el simple roce que le daba.
Sus labios me embriagaban tanto o más que en mi época humana, tanto o más… por que ya no dejaría que se abstuviese de ser el vampiro que siempre debió estar a mi lado, nuestro destino debió de haber estado junto, pero por estos días podíamos fingir que era así…
Por que muy dentro de mi mente sabía que Aro no me dejaría corresponder todo esto que bien podía llegar a ser maravilloso…

No podria separarme de Liraly si llegara su prometido e intentara quitarme de encima no dudaria en luchar por esta hermosa y perfecta mujer. No solo buscaba sexo en Liraly, sino demostrar que yo eraalgo que habia perdido y que supiera lo que dejaria ir si se casaba con ese imbecil, nuestro destino jamas fue el estar juntos pero nosotros siempre buscabamos la manera de crearlo juntos.
Mis manos buscaban con ansias la terminacion de sus prendas para desgarrarlas con desesperacion habia olvidado la ultima vez que habia estado asi con una muejr y ahora me encontraba con una vampiresa una que decia amarme y de no ser asi me daba igual era una vampiresa las mejores en esto.

Mis manos ya no resistieron el no poder tocar todo su cuerpo, empezaron a recorrerlo y a quitar los estorbos que representaban su cuerpo, ¿por qué no pudo ser así? Tenía tantas preguntas en mi mente tantas cuestiones, y tan pocas respuestas. Las dudas embargaban mi mente, y Félix desaparecía sin remordimiento alguno con el fantasma de sus hermanas, las caricias del hombre que tenía en mis brazos eran sinceras, las quería, las necesitaba y las podía perder cuando dijese “si acepto”
Borre todo eso de mi mente y me concentre en quitar, besar y degustar de algo bueno por primera… y quizás ultima vez.

Mis labios no se despejaban de su cuello ni mis manos de su cuerpo, Liraly estaba tan... Me hacia estremecer conforme mis dedos tocaban su piel, esperaba que esta vez todo fuera perfecto no como las anteriores, lami su cuello degustandolo como nunca sus manos acariciaban mi pecho y abdomen, insistintivamente baje mis manos a mi cinturon quitandolo con ansias habia olvidado lo que se sentia estar con una mujer como Liry.
-Sin importar lo que pase mañana quiero que esto sea especial para ambos, no quiero sufrir mas ni que tu lo hagas, por favor...- Murmure sobre su oido con voz seductora y rogante. La mire con los ojos llenos de ilusion esta noche no sentia por completo ese deseo que por lo general me invadia solo queria que el dolor desapareciera por un momento.