Casting para Bella

El día había sido largo, más aun debido a que el sol brillo radiante en lo alto del cielo, razón por la que mi amado novio vampiro no fue al colegio. Comenzaba a odiar ésta clase de días más que nada en el mundo. Quién diría que antes, en un pasado hacia apenas poco más de un año amaba tanto el sol.

Al terminar las clases tuve trabajo en la tienda de los Newtons, mejor estar ocupada todo el día para no extrañarlo tanto como lo hacia cada que se separaba de mí, permanecer tan solo minutos con su ausencia hacia que el hueco en mi pecho comenzara a abrirse de vuelta ¿sería que nunca volvería a la normalidad dejando el temor de perderlo nuevamente?

Edward había dispuesto que no pasara mis días libres como estos al lado de mi mejor amigo Jacob alegando lo peligroso que ya de por si eran una banda de adolescentes, ahora una banda de adolescentes licántropos, nada de ir a la Push. Lo que no podía evitar era que a veces me sorprendía levantando el teléfono para escuchar su voz y colgar así no lo extrañar tanto, aun no me perdonaba la herida que le hice, y duda si algún día podría hacerlo.

Salí disparada de la tienda con la idea de terminar mis deberes antes de que Charlie llegara, había sobras de la comida del día anterior lasaña simplemente la calentaría cuando volviera. Me sumergí en la lectura de Romeo y Julieta el libro que trataríamos este semestre, que aunque ya lo sabia de memoria necesitaba hacer una análisis semiótico de la misoginia en el libro.

El tiempo pasó volando y de repente escuché la voz de Charlie. Aventé el libro y el ensayo y corrí escaleras abajo a preparar la cena. La prisa me hizo tropezarme afortunadamente Charlie me sujetó a tiempo antes de tocar el suelo.

-Gracias papá, creí que el día de hoy me había salvado de tropezar pero veo que no ¿Qué te parece si me cuentas que tal te fue hoy mientras yo preparo la cena?-dije mientras me ponía en pie y dirigía a la cocina.

Charlie comenzó a leer en periódico mientras se desplomaba en su sofá preferido y encendía el televisor. Yo tomé la lasaña de frigorífico y la metí al horno de microondas.

Traté de esconder la alegría que me daban las palabras de mi padre. Jake me extrañaba tanto como yo a él, pero también me lastimaba no poder hacer mucho al respecto para verlo, además él tampoco había hecho demasiado para verme estos últimos días.

-Papá ya te he dicho que no me gusta que hables así de Edward y para tu información no, no va a venir-no va a venir hasta que este bien dormido y yo esté sola en mi habitación me dije a mi misma-Respecto a Jake el puso la separación de una manera más notable-me había traicionando diciéndole a Charlie de las motos, aun no se lo había perdonado del todo-yo no tengo la culpa de que se comporte de esa manera tan inmadura y me acuse contigo de mis actos como niño pequeño-dije mientras sacaba la comida del horno.

Ese era uno de los temas que no me gustaba tocar, enseguida de tocado el agujero se sentía.

-Es diferente situación, se que Jacob es mi amigo, pero cuando amas a alguien como yo amo a Edward haces todo, perdonas todo papá, estoy segura que tu también si te dieras la oportunidad de amar a alguien más, harías cosas por ella. Jacob es un amigo que vino a decir exactamente las únicas cosas que no debía, metiendo de más sus narices. Edward no me prohíbe nada, nunca lo hace, yo puedo visitar a quien quiera cuando quiera-menos a Jacob claro estaba tenía toda la razón pero no se la iba a dar, pequeña mentira piadosa esperaba que no la notara por eso toqué el tema de discusión-yo también extraño a Jacob y no lo estoy rechazando ahora, simplemente… simplemente él debe de tener más asuntos y no deseo molestarlo es todo.-ja a quien engañaba con estás respuestas que ni yo misma me creía. Simplemente extrañaba muchísimo más de lo que yo misma creía a mi sol personal.

Charlie salió a abrir la puerta, justo cuando terminaba de servir su comida, no se me ocurría quién podría ser a esta hora del día, talvez algún caso urgente de la comisaría.

Esa voz era inconfundible. Un dolor dentro seso al instante salí casi corriendo de la cocina sin poder creerlo para ver a mi sol entrar por la puerta. Un hueco dentro, su hueco dentro. Y el sol resplandeció más ante mí. Era como si hubiesen pasado centenas de años y miles de nubes antes de que el sol brillase de nuevo, pero al final la tormenta terminó y todo regreso a su sitio.

Allí estaba él tal como lo recordaba, talvez un par de centímetros más alto, pero seguía siendo mi Jacob, su mirada profunda resplandeciente y una pequeña sonrisa me hizo borrar todos los resentimientos existentes dentro, todo estaba bien ahora.

Le dije “bienvenido a casa” con una mirada y una sonrisa de esas con las que nos comunicábamos sin tener que decir ni una palabra y por qué no por las carrera por desear abrazarlo me tropecé.

Una sonrisa fugaz que casi me alegro, casi, pero la fugacidad no fue suficiente. La misma postura de dureza en su rostro, el Jake que no era mi Jake, ese Jake que tanto me enfurecía, pero a la vez que tanto quería porque sabía que tras esa mascara de crudeza se hallaba el mío.

Me ayudó a levantarme y sus palabras eran crudas referentemente a lo de seguir viva y no ser una de ellos claro, <Su Bella> eso alivió el enojo de las primeras frases, del abrazo ni que decir me quede con las ganas, si queria hacerme sentir fatal lo habia conseguido, me sentía mal por ser la causante de ese dolor que se dibujaba en sus pupilas y no tener la solución ahora ayudarlo.

Charlie se sentó y siguió comiendo yo simplemente serví un plato a Jacob sin preguntar si quería o no y me quede picando la comida.

-Es asunto que no te compete a ti Jacob-dije no podía más con esto iba a explotar pronto, sentía las lágrimas inundado mis ojos apunto de estallar un coraje mezclado con frustración estaban presentes. Me levanté ante la mirada de molestia y Charlie y me subí corriendo a mi habitación, yo no era tan fuerte, yo no caería en el juego de la provocación.

Me sentía tan mal simplemente quería abrazarlo, decirle que todo estaría bien, que seriamos amigos toda la vida, que lo había extrañado tanto y que su propio hueco cavado en mi dolía cada día, que no estaba presente. Él simplemente vino a echarme en cara mi decisión, ¿qué no podía entender que ambos eran importantes en mi vida para poder estar completa? aventé la puerta del cuarto y me desplomé en el piso sin más ganas que las de llorar.

No pude más, cuando lo tuve enfrente tan cerca besé su frente y lo abracé. No sabia cuanto ansiaba estar entre sus brazos hasta que no me enrollé en su calor. Lloré y lloré como loca no sé por cuanto tiempo y él permaneció allí, no lo quería soltar, había extrañado tanto esta clase de momentos compartidos con mi mejor amigo, en los que nos abrazábamos, platicábamos o simplemente matábamos tiempo.

-Yo no quiero que estés junto a él, sé que seria imposible para ambos yo quiero que estés conmigo, no deseo dejar de verte ni estar más lejos, y ese rostro duro no me gusta en ti, quiero que sonrías quiero que sigas siendo simplemente mi Jacob-sabia que era lo peor del mundo la más egoísta, me odiaba por hacer esto, me odiaba por querer juntar dos imánes que nunca podrían estar juntos dos polos opuestos, los dos polos opuestos en los que estaba partido una parte de mí. La parte que no quería reconocer, los quería ambos pero cómo dejar a alguno de los dos cuando ya eran parte de mi ser y no me imaginaba la vida sin ellos.

Debía terminar con esto, simplemente le estaba haciendo más daño cavando a profundidad como si no fuera ya demasiado a ver elegido a Edward sobre él, como si no le hubiese roto el corazón yo seguia pisoteando los trozos.

Entendía las palabras, claro que si pero una parte de mi cuerpo, la que le pertenecía solo a él, no y queria soltarlo y se aferrarlo, simplemente quería estar a su aldo, aliviar todo ese sufrimiento de su mirada, entregarse sin condición, Decir: Si Jake tu eres mi elección, ya no sufras más te quiero a tí lo dejo a él. Pero la parte de la cordura, una de las partes que amaban a Edward era mucho más fuerte.

-Jacob acepto lo que decidas, solo qeuiro que sepas lo importante que eres en mi vida, y decidir entre mi mejor amigo y mi amor no puedo, quedare varada en medio-lo solté para mirar su rostro, no sé que vió él yo puede ver que trataba de ocultar algo.

Mi ser estaba destrozado sabia que Jacob era mi camino a seguir el camino vital a seguir por la vida, sin embargo alguien me había puesto en el camino un ser mágico por el que mi corazón derrapaba y palpitaba a más no poder. Ambos eran parte de mí, pero esas partes jamás hallarían unión por más que pretendiera, por más que lo buscara, ambas partes siempre estarían separadas y una de esas partes siempre terminaría mal.

El sufrimiento de Jacob al irse me dejo mal no podía seguir siendo egoísta, decirle que se quedara no podía cuando sabia cuanto lo adoraba pero que la verdadera y única persona a la que amaba más que nada en la vida y sin la que jamás podría vivir seria sin Edward.

El desconsuelo fue intenso, la luz dejo de brillar en la habitación tras su partida y yo no podía más, no dejaba de llorar, no podía, era la hora del anochecer Edward no tardaría en llegar, no quería que me encontrara en ese estado, así que comencé a leer, tratar de hacer tarea, escuchar música, las lágrimas habían parado pero el hueco interior continuaba.

Ya me hallaba más tranquila y después de un rato mi luna hermosa llegó y me sorprendió, el chiste del mal aroma no importaba ahora estaba feliz, el otro hueco de dentro de mi pecho sano instantáneamente, solo verlo me tranquilizaba, solo verlo me hacia alegrar y que decir de mi corazón que dio un vuelco al sentir sus labios fríos sobre mi piel y yo traté de dibujar una sonrisa, mis malas mentiras se vieron reflejadas enseguida Edward sabia que algo andaba mal, me miró tierno, lo abracé fuertemente, en estos momentos no me hallaba nada bien.

-Edward yo…-las apariencias me ganaron y las lagrimas surcaron de vuelta mis ojos, me resguarde en su pecho.

Sólo hasta ese momento me percaté de lo tonta que era, ahora también estaba lastimando a Edward con mis cosas, debía calmarme, debía pensar en él, en sus sentimientos, su dolor me hería muchísimo más a profundidad y no quería seguirlo haciendo infeliz, no quería y no podía. La decisión estaba tomada, extrañaría a Jake pero sabia seriamente sin quien no podría seguir viviendo.

Me cargo entre sus brazos y me llevó a la cama para consolarme. Sus besos calmaban mis lágrimas y mi dolor pero también implementaban el suyo. Respiré profundo mientras él seguía limpiando cada gota derramada en mi rostro, estando allí entre sus brazos, junto a su piel, con tanto amor, estar así me dio la verdadera determinación.

-Sé que estás aquí y eso es lo que me da la fuerza para salir adelante, él siempre va a ser importante, es mi mejor amigo pero tú, tú eres la única persona a la que amo y sin la que jamás podría vivir. Siento ser egoísta y lastimarlos de esta manera-besé su frente-gracias amor ya estoy bien-lo único que deseaba era hacerlo feliz el chico mas feliz en todo el planeta ver sus sonrisas y sus ojos caramelo brillantes, que sintiera mi gran amor y curar ese gran dolor.

-Estoy segura de mi decisión no lo dudes, ni una sola lágrima más por hoy, además estando así tan cerca de ti, con Charlie tan dormido como debe estar sé me ocurre una mejor idea-lo envolví con mis brazos y comencé a besarlo, sus labios eran mi verdadera perdición.