Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

por Edward Cullen Dom Ago 30, 2009 1:43 am

Estaba inmensamente feliz, agradecido, emocionado, ahora Bella me pertenecía a los ojos de los hombres y nuestra historia como pareja de casados estaba por comenzar.
Nuestra boda había sido el momento más importante en mi existencia, mi familia se encargó de hacerlo perfecto y yo no tenía cómo pagarles por tanto cariño.

Dejé el auto en el estacionamiento del aeropuerto, salí de él en unos segundos para abrirle la puerta a mi esposa. La tomé de la mano y cuando la tuve frente a mí la recibí con un beso tierno.
-te amo-
Agregué en su oído con un susurro. Cerré la puerta y nos dirigimos al aeropuerto, listos para partir. Compré boletos en primera clase, Bella aún no lo sabía, pero el viaje sería bastante largo y cansado. Hicimos varias paradas en distintos aeropuertos. En todos los vuelos ella siempre terminaba durmiéndose y yo contemplándola lleno de placer.
Finalmente llegamos a Brasil, tomamos un taxi, le di instrucciones al chofer y atravesamos la ciudad. Recargué mi cabeza en el cristal, manteniendo un brazo alrededor de la cintura de mi esposa y el otro, golpeteando mi rodilla con los dedos de la mano libre. Así transcurrió el camino hasta que nos acercamos al muelle. Salimos del taxi, bajé las maletas y me adelanté para localizar nuestro transporte. En cuanto lo vi, salté dentro de él y coloqué las valijas en el suelo para poder ayudar a mi Bella a pasar por la borda. La besé de nuevo y me dirigí a la cabina de control, ahí moví el navío en dirección a nuestro destino. Poco a poco fui acelerando, disfrutaba tanto el sonido de las olas chocando contra el yate, me hacían sonreír orgulloso. Por un momento desvié mi mirada a Bella, al sentir la frustración de no poder leer su mente, ahora estaba aprendiendo a entender sus expresiones y gestos. Y estos me decían que comenzaba a surgir su impaciencia.
-ya no falta mucho-
Le sonreí y le mandé un beso desde mi posición. Volví mi mirada al océano y después de una media hora vi aparecer la Isla.
-llegamos-
Dije con entusiasmo y llevé el rumbo del navío al muelle del lugar para poder descender. Bella se quedo boquiabierta admirando el entorno. Sonreí fascinado por verla así, me coloqué detrás de ella poniendo mi mentón en su hombro y rodeando su cintura con mis brazos.
-bienvenida a Isla Esme, mi amor-

por Invitado Lun Ago 31, 2009 10:57 pm

Llegamos en auto hasta el aeropuerto. Todo el camino iba deleitada mirandolo de reojo, aun o podía creer que ahora era solo mio. La verdad la boda no había sido tan mala como pensaba, de hecho me había gustado y era especial pensar que ahora en vez de la chica pueblerina Swan, era la señora de Cullen.

Bajamos del auto, caballerosamente abrio la puerta, entrelazó nuestras manos y con un te amo iluminó todo en mi ser- Yo también te amo-agregué una sonrisa.

Edward no me quiso decir a donde iriamos, me tenía completamente intrigada, abordamos el avión y pesé a que no quería cerrar los ojos para seguir mirandolo me perdí en algún punto. Apenas si recordé que habíamos llegado a Brasil lo descubrí gracias a un cartel de bienvenida en el aeropuerto para luego abordar un taxi, en el que me quedé de vuelta dormida.

Desperté completamente cuando subimos en un yate precioso, que iba tripulando mi amado Ed, se veía tan guapo allí y su coqueteo, lo notaba alegre más feliz que nunca y amaba verlo así con todo mi ser. Siguió con lo suyo mientras yo veía la inmensidad del mar interminable, ya estaba un poquito desesperada, cuando el dijo que llegamos.

Sus palabras...

Abrí los ojos como plato. Wow lo unico que faltaba una Isla de nombre Esme, siempre creí que la familia Cullen tenía diner pero una isla, nuns se me habría ocurrido pensarlo.

-¿Así que una isla?-dije sonriendo con picardía. Miré el lugar era hermoso y por lo que aprecía la Isla estaba solo para nosotros dos, esta idea me ponía nerviosa pero a la vez me emocionaba a talgrado, Edward y yo solos en un punto distante en medio del mar alejados de todo, solos para disfrutar de nuestro amor y apra tenernos el uno al otro, sonrojé como nunca ante el solo hecho de pensarlo, luna de miel...

por Edward Cullen Vie Sep 04, 2009 11:22 pm

Continué abrazandola mientras ella observaba la isla.
-regalo de Carlisle y Esme-
Besé su mejilla y la solté para poder ir por las maletas y colocarlas en el muelle. Una idea se me ocurrió cuando volteé a verla aún en el yate, sonreí imaginandola y caminé hasta Bella para tomarla entre mis brazos.
-tenía tantas ganas de hacer esto -
Le confesé con una risa pequeña y juntos saltamos hasta el muelle. Estando ahí la acomodé de tal forma que con un brazo la sostuve y con el otro tomé las maletas. Entonces me dirigí rumbo a la casa. El camino lucía tranquilo, calido, perfecto para darnos la bienvenida. Finalmente pudimos ver las luces de la casa, en ese momento el corazón de Bella latió con fuerza y yo la observé. Si bien no podía leer su mente, estaba más que seguro que era por la misma razón que yo. El momento que estaba por transcurrir también me ponía inquieto. Así que no le dije nada y avancé hasta la puerta de la casa.

por Invitado Vie Sep 04, 2009 11:52 pm

El apretar de sus brazos al rededor de mí cuerpo me emocionaban en demasia.La clásica cargada antes de entrar al hogar para la buena suerte del matrimonio. De verdad esra lo que quería, muy buena suerte, que mi adorado Edward me amara siempre, hacerlo feliz y que él me hicera feliz. Que fueramos egoístas y nos entregaramos los corazones el uno al otro sin nadie más que nos importara.

Amaba tanto a este chico, más que el sol, la luna, más que a mi familia mortal, que a mi único amigo, más que a mi vida misma que transforamaria en una eternidad para estar siemrpe junto a él, junto a mi eterno amante que tanto necesitaba para saer feliz.

Caminamos hacia la preciosa casa de madera color blanca situada en medio de la isla, era tan hermosa admás había muchas floespor los alreedoresy la inmensidad del mar. Entramos al hogr que era más divino pro dentro.

-Edward te amo-dije besándolo y sonriendóle. Mi mente comenzaba a hacerme conciente de la preparación requerida para por fin estar enteramente para él y con eso los nervios llegaban.

Su fortaleza no se hizo esperar me cargo con un brazo y con el otro las maletas, la isla estaba sola para nosotros, para nuestros sentimientos para nuestros momentos de soledad e intimidad. Creo que mi rostro y timidez denotaban las cosas en las que estaba pensando, estar sola entre sus brazos por fin ser suya completamente en cuerpo y alma.

-Por fin en casa-lo abracé-aunque ahora que lo pienso mi verdadero hogar está entre tus brazos.

por Contenido patrocinado

Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

Re: Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

Re: Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

Re: Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme

Re: Última parada... nuestro paraíso: Isla Esme